La pregunta que más se repite en los últimos días en toda España sigue sin respuesta definitiva: ¿cuándo dejará de llover? La borrasca atlántica Jana ha marcado el inicio del mes con cielos grises, precipitaciones intensas y alertas activadas en múltiples provincias. Y, aunque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que Jana está perdiendo fuerza, las lluvias no cesarán todavía. De hecho, un nuevo temporal ya ha activado nuevas alertas en distintas zonas del país.
Desde la AEMET se confirma que la borrasca Jana se irá disipando a lo largo del martes, pero su legado meteorológico seguirá presente. Las precipitaciones, las rachas de viento y las nevadas seguirán condicionando el tiempo, con un nuevo frente que se aproxima desde el oeste peninsular y que mantiene a la AEMET en constante vigilancia.
La AEMET mantiene las alertas activas: lluvia, viento y nieve
Ayer, la AEMET mantuvo la alerta amarilla por lluvias en las provincias de Huelva, Cádiz, Sevilla y Málaga. A estas se sumaron otras zonas como Cataluña, Aragón y Navarra, donde las precipitaciones fueron fuertes y persistentes a lo largo de la jornada. La situación se agravó en zonas montañosas, donde las nevadas fueron protagonistas. En particular, en el norte peninsular y en Sierra Nevada. La cota de nieve se sitúa entre los 1.000 y 1.200 metros.
Según la AEMET, el lunes va a ser una jornada de transición. Aunque la intensidad de la borrasca Jana irá disminuyendo, su centro podría entrar en la península, generando lluvias generalizadas en el cuadrante suroeste. La situación continuará siendo inestable. Especialmente, en áreas como Cádiz y el mar de Alborán, donde se esperan precipitaciones constantes y condiciones meteorológicas adversas.

Varias personas se protegen con el paraguas de la lluvia en Madrid | EFE
Mañana, la AEMET espera despedirse definitivamente de Jana. Sin embargo, la entrada de un nuevo sistema frontal traerá consigo más lluvia, viento y nieve. Las precipitaciones serán prácticamente generalizadas, con especial incidencia en Andalucía, donde podrían registrarse chubascos intensos. Según los expertos, incluso podrían aparecer tormentas dispersas y granizo menudo acompañando a las lluvias.
Las montañas del este y centro peninsular volverán a ser escenario de nevadas, con una cota que oscilará entre los 1.500 y 1.800 metros en el sureste y entre los 1.200 y 1.600 metros en el resto del país. La AEMET ya ha activado el aviso naranja en el sur de Andalucía por las intensas precipitaciones. Así como alertas en la costa gallega y el litoral mediterráneo, desde Almería hasta Alicante, por temporal marítimo.
¿Cuáles son las previsiones meteorológicas para el resto de la semana?
El miércoles se mantendrá la misma tónica meteorológica. La AEMET ha informado de la llegada de una masa de aire húmeda que intensificará la nubosidad y las precipitaciones. Aunque podrían ser menos probables en los litorales del norte mediterráneo, seguirán siendo abundantes en otras zonas como el suroeste de Andalucía o el oeste del Sistema Central.
Según la AEMET, los acumulados de lluvia podrán ser importantes en estas áreas. Eso podría incrementar el riesgo de inundaciones puntuales o problemas en la red viaria. La nieve también volverá a aparecer en las montañas del norte peninsular, con cotas que podrían elevarse ligeramente hasta los 1.800 metros. Sin embargo, se mantendrán aún en niveles relevantes.

Dos personas se protegen de la lluvia con un paraguas | EFE
Aunque la borrasca Jana se disipe, la inestabilidad no desaparecerá. La AEMET anticipa que el nuevo frente meteorológico seguirá condicionando el clima durante toda la semana. Lluvias generalizadas, cielos cubiertos y temperaturas moderadas marcarán el panorama meteorológico. La persistencia de este patrón invernal complica las previsiones a largo plazo.
Por ahora, la AEMET no ha puesto fecha a la estabilización del tiempo. Todo apunta a que este nuevo temporal podría mantenerse activo más allá del fin de semana. Por lo que las recomendaciones de precaución se mantienen vigentes. Las nevadas en áreas montañosas y el riesgo de viento fuerte siguen siendo elementos clave en las previsiones.