Abandonos masivos de X: el gran fracaso de Elon Musk

Las decisiones de Elon Musk y los últimos cambios en X provocan la huida de millones de usuarios, que ahora buscan alternativas

Elon Musk en X - Sociedad
Elon Musk, propietario de la red social X (antes conocida como Twitter) Artículo 14

Elon Musk, el polémico magnate que prometió revolucionar el mundo de las redes sociales tras la adquisición de Twitter en 2022, se enfrenta ahora al mayor éxodo de usuarios en la historia de la plataforma, conocida como X desde su rebranding. Este colapso coincide con un creciente descontento entre los usuarios y medios de comunicación por la gestión del multimillonario, marcada por decisiones controvertidas que han dejado a la plataforma al borde de la irrelevancia.

Según datos recientes, solo este mes más de 280.000 usuarios eliminaron sus cuentas en todo el mundo. Como consecuencia, alternativas como Threads y Bluesky han registrado un aumento exponencial de nuevos registros. Para muchos, este fenómeno simboliza el ocaso de una red social que una vez fue la plaza pública del debate global.

Un ecosistema tóxico: el inicio del declive de la mano de Elon Musk

El cambio de dirección en X ha generado una transformación drástica en su funcionamiento. Desde el inicio, Elon Musk se comprometió a defender una supuesta “libertad de expresión”, y eso implicó la eliminación de las políticas de moderación que antes protegían a los usuarios de desinformación y discurso de odio. Esta estrategia culminó en la restauración de cuentas suspendidas por infringir normas, como la del presidente estadounidense Donald Trump y la del teórico de la conspiración Alex Jones.

Sin embargo, la falsa permisividad de Elon Musk tuvo un alto coste. El discurso de odio en X se triplicó, según estudios publicados por organizaciones como la Liga Antidifamación. Comentarios racistas, homófobos y antisemitas inundaron la red social, alejando tanto a usuarios como a grandes anunciantes.

Abandonos masivos de X: el gran fracaso de Elon Musk

Elon Musk sonríe y se divierte durante un acto público | EFE

Además, la falta de moderación propició la proliferación de contenido ilegal, como pornografía y material gráfico sensible. Un informe reciente de la Universidad de Stanford detectó imágenes de abuso infantil circulando en X, lo que desencadenó nuevas investigaciones por parte de la Comisión Europea.

El éxodo de usuarios y medios de comunicación

La pérdida de usuarios en X se ha acelerado en las últimas semanas. Especialmente, tras la implicación de Elon Musk en la campaña de reelección de Donald Trump. Más de 115.000 usuarios estadounidenses cerraron sus cuentas el mismo día de las elecciones presidenciales, mientras que importantes medios de comunicación, como The Guardian, anunciaron su salida de X. En total, la plataforma ha perdido una quinta parte de su base de usuarios en Estados Unidos. Hablamos de su mercado más importante.

A nivel global, la tendencia es similar. Alternativas como Threads, creada por Mark Zuckerberg, y Bluesky, financiada por el fundador de Twitter, Jack Dorsey, han absorbido gran parte de estos usuarios descontentos. Solo en noviembre, ambas plataformas sumaron más de 30 millones de nuevos registros.

Decisiones controvertidas: de los algoritmos al “tick azul”

Entre las medidas más criticadas se encuentra el cambio en el algoritmo de X para destacar los mensajes de Elon Musk por encima del resto. Estos ahora aparecen en el muro de los usuarios con frecuencia, incluso si no lo siguen. Además, el magnate modificó el sistema de verificación, eliminando los “ticks azules” gratuitos que diferenciaban cuentas oficiales de perfiles falsos. Hoy en día, esta marca solo está disponible para quienes pagan la suscripción mensual de X Premium, lo que ha llevado a un aumento de cuentas fraudulentas.

Elon Musk también desmanteló el sistema de bloqueo. Ahora se permite que los acosadores puedan seguir viendo el contenido de sus víctimas. Todo ello ha intensificado el ambiente tóxico de la plataforma y ha alejado aún más a sus usuarios.

La politización de X y el impacto en su reputación

La relación entre Elon Musk y Donald Trump ha sido otro de los puntos de inflexión para la plataforma. Durante las elecciones presidenciales, Musk utilizó su cuenta —la más seguida en X, con más de 200 millones de seguidores— para promover propaganda republicana y teorías de conspiración. Incluso creó una “Comunidad X”, financiada por un súper PAC, que se llenó de desinformación sobre el proceso electoral.

Abandonos masivos de X: el gran fracaso de Elon Musk

Un montaje con los rostros de Donald Trump (i) y Elon Musk (d) y el fondo de X, la red social antaño conocida como Twitter | Artículo 14

Para muchos, esta politización ha destruido la neutralidad que alguna vez caracterizó a Twitter. La reputación de X como un espacio de intercambio de ideas se ha visto reemplazada por la percepción de una plataforma parcial, alineada con intereses políticos específicos.

Competencia en alza: Threads y Bluesky

Mientras X enfrenta su crisis más profunda, plataformas como Threads y Bluesky se consolidan como alternativas viables. Threads, respaldada por Meta, ha captado a millones de usuarios gracias a su diseño intuitivo y sus políticas más estrictas de moderación. Por otro lado, Bluesky ha atraído a comunidades más pequeñas pero comprometidas, destacándose por su enfoque en la descentralización y la privacidad.

Ambas plataformas han demostrado que es posible ofrecer espacios de interacción más seguros y atractivos. Algo que X parece haber perdido de vista de la mano de Elon Musk.

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