Los dulces típicos del Día de Todos los Santos son toda una tradición en España. Pese a que desde hace dos décadas tenga que convivir con las famosas calabazas de Halloween.
No solo eso, sino que los turrones y mantecados navideños también hacen competencia en los supermercados, pese a quedar aún dos meses para la Navidad. Independientemente del resto de opciones, los dulces típicos de Todos los Santos no pasan desapercibidos para nadie.
¿Qué se conmemora el Día de Todos los Santos?
El Día de Todos los Santos es una celebración litúrgica incluida en el calendario cristiano desde, aproximadamente, el siglo VIII. Los católicos lo celebran el 1 de noviembre, y los ortodoxos el primer domingo tras el Pentecostés.
Se conmemora y se recuerda a todos los muertos piadosos que están en el Cielo, hayan sido canonizados o no. El día 2, de Difuntos, es el turno de acordarse de todas las almas que aún esperan en el Purgatorio para llegar al paraíso.
Se trata de una tradición cristiana, aunque cada vez más simbólica que litúrgica. Aunque no hace tantos años que ese honrar a los muertos cobraba una enorme importancia; había mucho que rezar y velar por los fallecidos más recientes, para facilitar su ascenso al reino de los cielos.
¿Por qué son dulces la comida tradicional y no otra?
Tal era la fidelidad a la celebración de este día que incluso se respetaba una rígida vigilia con abstinencia de carne el día 31. Al ser la víspera de Todos los Santos, las familias se reunían para orar y venerar a los fallecidos; y también para comer.
Para compensar esa falta de carnes y embutidos, y ya buscando calentar el cuerpo en pleno otoño, se encendían lumbres y se ponían sartenes al fuego. De ahí, que la comida tradicional del Día de Todos los Santos sean dulces y no otra, algo similar a lo que ocurre en Cuaresma con las torrijas.
Castañas y otros frutos secos, así como boniatos, calabazas y membrillos, vienen a completar la mesa de estos días, con especialidades regionales más humildes, como el arrope y calabazate, las gachas o los tostones, que no eran más que palomitas de maíz con azúcar o anís. Te presentamos los dulces más famosos y tradicionales del Día de Todos los Santos.
Panellets caseros
Es el dulce más típico de esta fiesta. Catalán y expandido por toda España. Además, es ideal para combinar con unas castañas asadas y un poco de vino moscatel.
Se toman fríos, y mejoran mucho más si se dejan reposar uno o dos días en un recipiente hermético, pues adquieren mejor consistencia y sabor. La receta tradicional es con boniato, aunque hay más variantes.
Panellets de miel y naranja
Panellets de patata
La variante con patata cocida en la masa es muy socorrida para no tener que usar tanta almendra molida, y quedan también deliciosos.¿Lo mejor de esta variante? el sabor que aportan los piñones. Puedes usar la cantidad que consideres para rebozar, o combinarlos con almendras o coco, por ejemplo.
Panellets de chocolate
Huesos de santo
Otro dulce tradicional de preparación algo más elaborada, pero que no resultan complicados si se tiene paciencia y se respetan los pasos. Hay que comerlos con moderación, pues son contundentes; así se saborean mucho mejor.
Buñuelos de viento
Gachas dulces
Pestiños
Más tradicionales en Andalucía, los pestiños son dulces de sartén que también abundan en la festividad de Todos los Santos. Su textura y sabor con el toque de anís, ya sean bañados en miel o rebozados en azúcar, es irresistible.