La pandemia de COVID-19 sigue evolucionando y la reciente aparición de la variante XEC ha generado preocupación en la comunidad científica y sanitaria. Detectada por primera vez en Alemania en junio de este año, esta nueva cepa ha comenzado a propagarse por otros países como Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca. Y está causando un aumento alarmante en las hospitalizaciones.
¿Qué es la variante XEC de COVID-19?
La variante XEC es una nueva subvariante del linaje ómicron, que ha sido la dominante en las olas recientes de COVID-19. Esta cepa, producto de la combinación de las variantes KS.1.1 y KP.3.3, comparte muchos de los síntomas conocidos del COVID-19, pero con algunas características específicas que la hacen más contagiosa. Aunque las vacunas actuales parecen ofrecer una buena protección contra los casos graves, la rápida propagación de esta variante ha hecho que las autoridades estén en alerta.
Una de las principales preocupaciones en torno a la variante XEC es su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad adquirida. Tanto por vacunación como por infecciones previas. Esto se debe a mutaciones en la proteína espiga (la que el virus usa para unirse a las células humanas). Eso le permite adherirse más eficientemente a las células y eludir algunas defensas del sistema inmunológico.
Aumento alarmante de hospitalizaciones
Reino Unido ha sido uno de los primeros países en alertar sobre la variante XEC. Según la UK Health Security Agency (UKHSA), las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado significativamente en las últimas semanas, con una tasa de 4,5 ingresos por cada 100.000 habitantes en la semana del 6 de octubre. Esto representa un incremento frente a la semana anterior, cuando la tasa era de 3,7 por 100.000.
Lo más preocupante es que el noreste de Inglaterra ha registrado las tasas más altas de hospitalización, con 8.12 por cada 100.000 habitantes. Y los mayores de 85 años son los más afectados, con una tasa alarmante de 52.48 por cada 100.000. Estos datos evidencian que, aunque la mayoría de los casos de COVID-19 siguen siendo leves o moderados, los grupos de mayor riesgo son particularmente vulnerables a esta variante.
Síntomas de la variante XEC
Los síntomas asociados a la variante XEC son muy similares a los de otras variantes de COVID-19, con signos que recuerdan a un resfriado o una gripe. Entre los síntomas más comunes se incluyen:
- Fiebre alta
- Dolores musculares y corporales
- Fatiga
- Dolor de garganta
- Tos persistente
Aunque la mayoría de las personas que contraen la variante XEC experimentan síntomas leves y se recuperan en cuestión de semanas, algunos casos, especialmente en personas mayores o con enfermedades previas, pueden volverse graves, requiriendo hospitalización. Además, sigue existiendo el riesgo de desarrollar COVID prolongado. Una condición que puede dejar secuelas a largo plazo, como fatiga crónica y problemas respiratorios.