Detrás de las historias de superación y de los testimonios con el cáncer de mama que llevamos publicando toda la semana en Artículo14, se encuentran ellos, los médicos. Los que hacen posible la cura y la rápida recuperación del paciente. En esta ocasión hemos podido contar con los conocimientos de tres profesionales del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid: Lucía González Cortijo, jefa del Servicio de Oncología Médica; Vicente Martínez de Vega, jefe del Servicio de Diagnóstico por la Imagen, y Elia del Cerro, jefa del Servicio de Radioterapia.
Los doctores explican que el principal síntoma del cáncer de mama “es la aparición de un bulto en la mama o en la axila”. Además, señalan que los cánceres “más prevenibles” son los de origen familiar.
Lucía González Cortijo: “En los últimos años observamos una mayor incidencia en mujeres más jóvenes”
¿Cuál es la incidencia del cáncer de mama en España?
La incidencia del cáncer de mama en España es alta. Nos estamos equiparando a los países nórdicos y anglosajones, que son los que clásicamente presentaban incidencias más altas. En la actualidad una de cada ocho mujeres en España padece un cáncer de mama a lo largo de su vida.
Aunque tradicionalmente el cáncer de mama era una enfermedad que afectaba a mujeres a partir de los 60 años, en los últimos años estamos observando una mayor incidencia en mujeres más jóvenes. El motivo es el cambio en los hábitos reproductivos de las mujeres en el siglo XXI, menos embarazos, menos lactancia y puerperio. Todas estas situaciones son de reposo y protección de la mama. Al tener menos hijos, o tenerlos más tarde, el riesgo de cáncer de mama aumenta en la población joven.
¿Cuáles son los principales síntomas del cáncer de mama?
Lo más frecuente es la aparición de un bulto en la mama o en la axila, aunque en ocasiones no hay ninguna lesión palpable y lo que la paciente aprecia es asimetría entre las mamas, o retracción de la piel o del pezón. En cualquier caso, ante la duda siempre es mejor consultar con un especialista, especialmente si hay historia familiar.
¿Hay esperanza para reducir al 100% la mortalidad del cáncer de mama?
El porcentaje de supervivencia en España es muy alto porque el cribado mamográfico está bien establecido y la mayoría de las pacientes se diagnostican en estadios precoces. La supervivencia a los cinco años es superior al 90%.
¿Se puede prevenir el cáncer de mama?
La mayor parte de los cánceres de mama son esporádicos, es decir, no se relacionan con una herencia genética. Como ya se ha explicado antes, el cáncer de mama está aumentando en España por la adquisición de hábitos occidentales y el cambio de los hábitos reproductivos actuales. Este hecho, unido a que muchas mujeres quieren tener hijos muy tarde y necesitan estimulación ovárica hormonal, justifica por otra parte este incremento en mujeres más jóvenes.
Vicente Martínez de Vega: “La mayoría de los cánceres de mama se detectan en las campañas de cribado con mamografía”
La primera mamografía está fijada entre los 40 y los 44 años de edad. ¿Cree que esto es suficiente o qué habría que adelantarlo?
Gracias a las campañas de cribado con mamografía se detectan la mayoría de los cánceres de mama. El 80% de los cánceres que se biopsian y que se operan han sido diagnosticados en las campañas de cribado. Sólo el 20% aparecen al detectarse bultos en el pecho. Este hecho ha mejorado mucho la supervivencia de las pacientes. Gracias a las técnicas de imagen como la tomosíntesis o la resonancia magnética se puede ayudar a hacer el diagnóstico histológico que se logra gracias a la toma de muestras de forma guiada. Así los oncólogos saben a qué cáncer nos enfrentamos y el tratamiento más adecuado.
El cáncer de mama ha reducido mucho su mortalidad desde hace unos años debido a dos factores: el diagnóstico precoz y la mejora de los tratamientos. El diagnóstico precoz comenzó con las campañas de cribado de la población con mamografías anuales o cada dos años a pacientes entre 40-50 años para detectar precozmente el cáncer de mama, esto ha intervenido en la reducción de la mortalidad en cáncer de mama porque uno de los factores pronóstico es el tamaño del cáncer de mama que está relacionado con la presencia de anedopatías axilares que es otro de los factores de mal pronóstico. Si logramos detectar un cáncer de mama de tamaño pequeño, la supervivencia puede alcanzar un 90-95%.
Las mujeres que en su familia ya hayan tenido casos previos de cáncer de mama, ¿tienen más probabilidades de desarrollarlo?
Los cánceres de mama más prevenibles son los de origen familiar. Si una mujer tiene familiares de primer grado afectadas por cáncer de mama se puede cribar para descartar que ella misma sea portadora de esa mutación de riesgo. En este caso se le puede ofrecer seguimiento de alto riesgo o incluso cirugías profilácticas. Incluso a algunas pacientes se les puede ofrecer quimioprofilaxis con tamoxifeno.
¿Qué tratamientos menos invasivos existen para mujeres con cáncer de mama?
Antiguamente las pacientes con cáncer de mama se operaban de inicio, pero cada vez más utilizamos otro abordaje que consiste en un tratamiento quimioterápico previo para recocer el tamaño de la lesión y una operación después con el tumor más pequeño. Lo denominamos tratamiento neoadyuvante. Cuando las lesiones son muy grandes que no son abarcables por la cirugía o porque queremos hacer tumores más pequeños porque queremos realizar una cirugía que conserve la mama. Esto lo realizamos en los subtipos de tumores más agresivos.
Después de la cirugía realizamos un tratamiento diferente al inicial para intentar erradicar la enfermedad residual micrometastásica que pudiera existir.
Elia del Cerro: “Nuevos tratamientos han permitido reducir el número de sesiones de quimioterapia a la mitad”
Aparte de la quimioterapia, ¿qué más tratamientos existen para acabar con el cáncer de mama?
Hasta un 60% de pacientes con cáncer de mama van a recibir radioterapia que se combina con otros tratamientos. Como la quimioterapia, tratamiento hormonal, inmunoterapia y la cirugía. El manejo del cáncer de mama ha de enfocarse siempre de forma multidisciplinar, en donde la cirugía, la radioterapia y los tratamientos sistémicos se combinan y complementan entre ellos, decidiendo el protocolo a aplicar en función de distintas características del tumor y de cada paciente de forma individualizada.
La radioterapia en el cáncer de mama se lleva empleando más de 100 años, pero ha sido en las últimas dos décadas cuando verdaderamente hemos asistido a una auténtica revolución. Por una parte, los avances tecnológicos nos han permitido ser más precisos y menos lesivos gracias al desarrollo de técnicas de planificación directa o inversa con intensidad modulada (IMRT) guiada por imagen o la administración de los tratamientos en inspiración forzada o en prono para disminuir todavía más la dosis sobre los órganos sanos circundantes.
Por otro lado, los avances en el campo de la radiobiología nos han proporcionado un mayor conocimiento acerca del comportamiento de los tumores y de los órganos sanos frente a la radiación; por último y como consecuencia directa de lo anterior, la introducción de esquemas hipofraccionados y de radioterapia parcial acelerada que nos han permitido reducir los tratamientos de las 25-30 sesiones clásicas a 15 o incluso 5, manteniendo la misma probabilidad de curación, con mínimos efectos secundarios y con una mayor comodidad para las pacientes al reducir las visitas al hospital, contribuyendo, además, a una mejor gestión de los recursos sanitarios.
¿Existe algún tratamiento pionero para tratar este cáncer?
Respecto a la enfermedad metastásica, los avances son muchos en los diferentes tipos de tumores. En los tumores hormonodependientes cada vez tratamos con terapias menos tóxicas y dirigidas (como los inhibidores de ciclinas) que permiten unas supervivencias muy largas con una calidad de vida muy buena para estas pacientes. Los tumores HER2 positivos, que son la “niña bonita” por la cantidad de tratamientos que tenemos disponibles, se ha transformado de una enfermedad muy agresiva a una enfermedad muy agradecida de tratar y con pronóstico muy bueno. Por último, en los tumores triples negativos, que hasta hace poco tiempo se consideraban de muy mal pronóstico, estamos viviendo avances importantes como la inmunoterapia (que ya utilizamos en algunos tumores) y con terapias dirigidas en etapas de investigación muy avanzadas.