Es tan abstracto que cuesta entenderlo y tan concreto que podría llegar a avisarnos de una enfermedad años antes de que se desarrollara. Dobles digitales: algo así como nuestros gemelos idénticos, pero… solo en el mundo virtual. Por hacerlo fácil, imaginen un videojuego tipo los Sims pero con datos verdaderos de cada uno de los objetos y seres que aparecen. Un videojuego tan real que podría anticipar cuándo hay que cambiarle las ruedas al coche o incluso, cuándo hay que visitar al médico por una mancha que aún no nos ha salido en el brazo. Selva Orejón, Perito de Identidad Digital y Ciberinvestigación, y CEO de Onbranding los define así: “Un doble digital es una representación virtual de un objeto, un sistema físico o un proceso. Normalmente se utiliza para poder modelar un comportamiento que tendría lugar en el mundo real”. Suena a ciencia ficción, pero en España ya se usan. Indra, por ejemplo, anunció en 2022 que estaba trabajando en la creación de un gemelo virtual de un tramo de la A-2. Ese mismo año, Navantia también anunció que estaba implementando esa tecnología en sus astilleros. “Podrían servir para calcular el desgaste que pueda tener una máquina o para poder mejorar ese diseño”, apunta Orejón.
¿Podría ser útil tener una gemela digital?
Leyendo esto, quizá a usted le estén dando ganas de anticipar su propio desgaste según el estilo de vida que lleva o, por qué no, de mejorar su propio modelo. A escala humana o, más concretamente, a escala femenina, Selva Orejón ve muchas ventajas asociadas a eso de tener una doble digital. “Imagina poder modelar aspectos de la salud de la mujer como el ciclo menstrual, la menopausia, poder ver posibles riesgos de enfermedad como puede ser el cáncer…”, reflexiona. “Eso por no hablar de la cantidad de mujeres que están teniendo endometriosis. Hay un montón de modelos que podrían hacer un seguimiento súper preciso y personalizado de cada una de ellas. Además, haría que los tratamientos fuesen más bien preventivos”.
Precisamente en el campo de la investigación médica se especializa Julio Mayol, catedrático de cirugía de la Universidad Complutense de Madrid, delegado del decano para nuevas tecnologías y director del grupo de innovación del Instituto de Investigación Sanitaria San Carlos. “La mayoría de los gemelos digitales ahora mismo son modelos de investigación. No son de uso rutinario en la práctica clínica”, nos dice. Y continúa “en medicina podrían mejorar la personalización del tratamiento, prever la progresión de enfermedades, optimizar terapias, y mejorar la toma de decisiones clínicas. Además, permiten simular procedimientos médicos o quirúrgicos, lo que facilita la planificación y entrenamiento de intervenciones difíciles, complejas, o que se hacen poco”.
No solo eso. Se podría incluso crear un doble digital de un hospital para mejorar su funcionamiento. “Pueden representar una organización, como un hospital o un sistema sanitario, y probar una nueva solución para ver sus consecuencias antes de ponerla en uso”, nos cuenta Mayoral. “Los gemelos digitales se pueden convertir rápidamente en una herramienta útil para la gestión de los sistemas sanitarios públicos. Más difícil y lenta es su aplicación a la clínica, por la incertidumbre en la traslación de los resultados”, concluye.
Duplicados y ¿seguros?
Por mucho que lo expliquemos, cuesta concebir un mundo en el que cada latido o cada respiración, queden registrados. Y con ellos, también cada estornudo, tos, coito, gramo engordado, adelgazado, deposición… Lo que ya es menos difícil de imaginar es que, si hay alguien interesado en almacenarlo, sin duda hay otros más que dispuestos a robarlo. “Desde que el mundo es mundo ha habido brechas de seguridad. Unas son físicas y otras digitales”, incide Selva. “Cuando creas un doble digital, especialmente cuando estamos hablando de personas, el riesgo de que haya un ciberataque va a ser de nivel uno, es decir, altísimo. Y no te digo nada los datos de salud, que son valiosísimos. Puede haber desde fraudes hasta chantajes. Eso o que se utilice de manera negativa”. Ya hemos visto antes en España robos de datos médicos. Uno de los más sonados, el ciberataque del Hospital Clínic de Barcelona en marzo de 2023, que obligó a desprogramar alrededor de 150 cirugías no urgentes y más de 2.000 consultas externas. Sin embargo, parece que, si lo que nos roban no es dinero o algo tangible, no nos duele. La legislación Europea actual busca, precisamente, que seamos conscientes de qué se está haciendo con nuestros datos. Esther Álvarez León, Abogada socia de Gabeiras & Asociados, nos recuerda que “en caso de que utilicen nuestros datos personales para la creación y/o utilización de un doble digital sin haber recabado nuestro conocimiento para dicha concreta finalidad, la entidad que lo haga se enfrentaría a sanciones, incluidas multas administrativas. En concreto, esta infracción, considerada muy grave, podría acarrear multas de hasta 20 millones de euros o el 4% de la facturación anual. Para denunciarlo, tendremos que dirigirnos a la Agencia de Protección de Datos”. Quizá crean que queda mucho para eso, pero no se fíen. El futuro está más cerca de lo que creemos.