Hay ciertos momentos en los que necesitaríamos parar y conectarnos a la corriente tal y como hacemos con un teléfono móvil. La mayoría de las personas suelen llevar una rutina estresante: trabajo, obligaciones, y compromisos nos hacen llevar una vida frenética que a veces suele ser perjudicial para la salud.
A medida que cumplimos años, las responsabilidades se incrementan, lo que genera un estrés constante que, en ocasiones, no sabemos cómo manejar. Mientras las tareas se acumulan y el estrés se apodera de nuestra mente, empezamos a sentirnos cada vez más desmotivados, entrando en un ciclo del que es difícil escapar.
Si te sientes identificado con esa sensación de estrés, es momento de parar y añadir este hábito a tu vida.
Los tres hábitos clave para reducir tu estrés
Cambiar algunos hábitos diarios puede ayudarte a romper el ciclo del estrés. Depende de ti mantener ese equilibrio y evitar recaídas. Aquí te proponemos tres hábitos simples que te darán energía y te permitirán ver la vida y sus retos desde una nueva perspectiva
Primer hábito: respiración consciente
La respiración juega un papel clave en la relajación, el control del estrés y la mejora del estado de ánimo. Aunque todos respiramos de manera automática, la respiración superficial puede aumentar la sensación de tensión. Por eso es fundamental hacer una pausa y practicar una respiración consciente.
Tómate un momento para alejarte de tus responsabilidades y concéntrate solo en respirar profundamente, inhalando por la nariz y exhalando lentamente por la boca. Esto ayuda a reducir el ritmo cardíaco y aliviar el estrés y la ansiedad. También puedes complementar esta práctica con una visualización en la que te imagines en un estado de calma, lo que te ayudará a gestionar mejor tus emociones.
Segundo hábito: identificar las emociones
Cuando el estrés alcanza su punto máximo, los expertos sugieren nombrar tus emociones para poder identificarlas. Esto permite gestionarlas mejor, ya que el cerebro deja de reaccionar de manera defensiva al reconocerlas.
Tercer hábito: lleva tus emociones al papel
Escribir es otro hábito muy útil para gestionar el estrés. Tómate un momento, reflexiona sobre las cosas que te hacen feliz y anótalas. Esto te ayudará a contrarrestar los pensamientos negativos, mejorando tu estado de ánimo de inmediato.
Estos tres hábitos pueden ser de gran ayuda en momentos de saturación mental. Sin embargo, si sientes que estos episodios se repiten con frecuencia, tal vez sea hora de consultar a un profesional o hacer ajustes en tu estilo de vida. No puedes seguir viviendo bajo estrés constante, tratando de paliarlo con soluciones temporales.