Los fríos meses de invierno suelen provocar la conocida como ‘depresión’ estacional. Se trata de un sentimiento de tristeza que puede venir dado por el menor número de horas de luz, las bajas temperaturas, la ausencia de sol o la menor vida social a realizar en la calle si comparamos con otras estaciones como el verano.
Por este motivo, son muchos los expertos y psicólogos que ofrecen numerosos consejos para combatir esa tristeza ocasionada por el frío invierno. Se trata de una sensación de tristeza, las personas suelen sentirse mucho más deprimidas al llegar esta época del año debido a las bajas temperaturas, lluvias y poca presencia del sol. Según los expertos, muchas personas se sienten así cuando comienzan las estaciones y dejan de hacerlo cuando terminan.
Consejos de expertos para combatir la tristeza del invierno
El trastorno afectivo estacional se refiere a cuando los cambios en el ambiente tienen un impacto significativo en las emociones, pensamientos o conductas de las personas. Este trastorno suele durar entre 4 y 5 meses al año. Según el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos, generalmente se presenta durante el otoño y el invierno, aunque también puede ocurrir en primavera o verano.
Los expertos señalan que este trastorno de tristeza es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Así como entre quienes viven en lugares donde hay menos horas de luz en invierno y en personas con depresión o trastorno bipolar. Lo más curioso es que quienes padecen este trastorno estacional suele padecer otros como el de déficit de atención e hiperactividad o de tipo alimentario.
En cuanto a los síntomas, este trastorno suele generar un estado bajo de ánimo. Las personas que sufren de trastorno afectivo estacional suelen experimentar una disminución de la energía para realizar actividades, irritabilidad, aislamiento, falta de motivación, sentimientos de soledad y pérdida de las rutinas diarias. Según se menciona, estos síntomas son muy similares a los de la depresión. Durante los meses de otoño e invierno, las personas tienden a sentir la necesidad de “hibernar”, lo que les lleva a aislarse, dormir más y comer en exceso, especialmente alimentos ricos en carbohidratos. En contraste, en primavera y verano. Se suelen enfrentar problemas para dormir, falta de apetito, sensaciones de inquietud o ansiedad, y un comportamiento más errático o incluso agresivo.
Factores como el frío o la falta de luz son los que inciden directamente en el estado de ánimo
Los factores físicos y ambientales están completamente relacionados con esa bajada de ánimo que se produce al llegar el invierno. En otoño e invierno, los días son más cortos y la cantidad de luz natural disminuye, lo que impacta el ritmo circadiano, el reloj biológico del cuerpo que controla el sueño, los niveles de energía y el estado de ánimo.
En cuanto a las causas, es importante destacar que la escasez de luz solar reduce la producción de serotonina, un neurotransmisor vinculado al bienestar y la felicidad, lo que puede generar sentimientos de tristeza o depresión. Con menos luz, el cuerpo produce más melatonina, una hormona que regula el sueño. Lo que puede causar somnolencia, fatiga y una sensación de cansancio durante el día. Además, la falta de exposición solar puede ocasionar una deficiencia de vitamina D, la cual se ha relacionado con síntomas de depresión y fatiga.
Mantener rutinas de activación como la realización de ejercicio físico, evitar el aislamiento social o aumentar la exposición a la luz solar saliendo al aire libre. Son algunos de los consejos básicos para combatir la tristeza que puede ocasionar el invierno. Ingerir productos como los lácteos, frutos secos y semillas, legumbres, huevo, aves y pescado es también de vital importancia para producir serotonina, la hormona que eleva el estado de ánimo.