De acuerdo con el servicio estadounidense de información médica, MedlinePlus, la bronquiolitis es una inflamación con acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas de los pulmones. Estas se llaman bronquiolos.
La enfermedad es ocasionada por procesos infecciosos virales y afecta a los niños menores de dos años. A pesar de ser una enfermedad común puede llegar, en algunos casos, a ser grave. Una de las causas más frecuentes, es el virus sincitial respiratorio (VSR) y más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus durante el primer año de vida.
Hablamos con la doctora María Luisa Mompó, especialista del Servicio de pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia y Centro Médico Quirónsalud Mercado de Colón, para conocer los síntomas más comunes, el tratamiento más eficaz y cómo prevenir esta infección respiratoria, especialmente en los meses más fríos, cuando los contagios suelen aumentar.
Primeros síntomas de bronquiolitis en niños
La bronquiolitis puede comenzar como un resfriado común durante los primeros días, pero sus síntomas se agravan a medida que la infección avanza. “Los primeros signos incluyen tos persistente y una congestión nasal notable. Puede o no asociarse fiebre “, explica la doctora Mompó. Sin embargo, lo que más nos debe preocupar es la aparición de dificultad para respirar y que en ocasiones puede llegar a ser preocupante.
“Los niños pequeños pueden presentar una respiración acelerada, ruidosa, y en ocasiones presentan sibilancias, que son esos ruidos agudos como silbidos al respirar”, detalla la especialista. Además, el esfuerzo para respirar es tan evidente que se observa el hundimiento de las costillas o el marcado del abdomen con cada respiración. En los casos más graves, los bebés pueden mostrar signos de agotamiento y letargo, e incluso pueden tener dificultades para alimentarse.
¿Cómo se contagia la bronquiolitis en niños?
La bronquiolitis se transmite de manera muy similar a otras infecciones respiratorias. “El virus sincitial respiratorio y otros virus que causan bronquiolitis se propagan a través de las secreciones respiratorias, al estornudar, toser o tocar superficies contaminadas“, advierte la doctora Mompó.
Los niños pequeños que asisten a guarderías o que tienen hermanos mayores suelen estar en mayor riesgo de contagio. “El contacto cercano y la falta de hábitos higiénicos sólidos en los niños pequeños facilitan la propagación del virus”, agrega. Por ello, es importante extremar las precauciones durante la temporada alta de infecciones respiratorias, como el otoño e invierno.
¿Cuándo acudir al pediatra?
Dada la gravedad potencial de la bronquiolitis, es crucial reconocer los signos que indican que un niño necesita atención médica inmediata. “Si el niño muestra signos de dificultad respiratoria, como una respiración rápida, superficial, o se le marcan/hunden las costillas al respirar, o si sus labios y uñas toman un color azulado, debe acudir al médico de inmediato”, subraya la pediatra. También recomienda observar si el niño presenta problemas para alimentarse, está irritable o excesivamente somnoliento, ya que estos también son síntomas de gravedad.
¿Cómo se cura la bronquiolitis en los niños?
El tratamiento de la bronquiolitis se basa en aliviar los síntomas, pues al tratarse de una infección viral, los antibióticos no son efectivos. “Lo más importante es mantener al niño bien hidratado”, indica la doctora Mompó. “El uso de suero fisiológico para realizar lavados nasales es fundamental para ayudar a despejar las vías respiratorias y facilitar la respiración”.
- Mantenerlos en posición semincorporada cuando esten acostados.
- En casos de fiebre o dolor, el paracetamol puede ser recetado por un pediatra.
- Evitar el uso de jarabes mucolíticos o expectorantes y el ambiente tabáquico.
Sin embargo, en los casos más graves, los niños pueden necesitar hospitalización para recibir asistencia respiratoria, mediante oxígeno suplementario y monitorización de sus constantes, por si precisaran atención en cuidados intensivos en algún momento.
¿Cuánto dura la bronquiolitis en los niños?
La evolución de la bronquiolitis puede variar dependiendo de la gravedad del caso. “Los síntomas más graves suelen durar unos pocos días, pero es común que la tos y la congestión persistan durante varias semanas”, explica la doctora. En cualquier caso, es importante seguir las indicaciones médicas y observar el estado del niño, ya que los menores de tres meses son especialmente vulnerables a complicaciones.
¿Cuáles son las secuelas de la bronquiolitis en niños?
En la mayoría de los casos, los niños se recuperan por completo de la bronquiolitis sin secuelas a largo plazo. “Sin embargo, algunos estudios sugieren que los niños que han tenido bronquiolitis grave, especialmente los bebés prematuros, tienen un mayor riesgo de desarrollar episodios de hiperreactividad bronquial o asma no alérgico u otros problemas respiratorios crónicos en el futuro”, advierte la doctora Mompó. Es por esto que es fundamental acudir a las citas de seguimiento recomendadas por el pediatra.
¿Cómo prevenir la bronquiolitis infantil?
La prevención de la bronquiolitis se basa en reducir la exposición al virus sincitial respiratorio y otros virus que causan esta afección. Lavar las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas resfriadas y desinfectar regularmente las superficies puede ayudar a reducir el riesgo de contagio.
Además, para los bebés prematuros o aquellos con afecciones pulmonares crónicas, así como de forma estacional para los menores de un año, existe una inmunización específica que puede reducir el riesgo de infección grave por VSR. “Es importante que los padres consulten con su pediatra sobre las medidas preventivas que pueden adoptar según las circunstancias particulares de su hijo”, concluye la doctora Mompó.