Uno de los productos más demonizados actualmente es el azúcar, sobre todo debido a que está presente en muchos productos en cantidades muchos más grandes que las recomendadas, y por eso debemos controlar mucho su ingesta. Una de las maneras más usuales para evitar pasarse con la cantidad de azúcar, es consumiendo edulcorantes, los cuáles sirven para sustituirlo, aunque son productos químicos, y están algo mal vistos por algunas personas, pero, ¿son realmente estos los edulcorantes más saludables que el azúcar?
¿Qué son los edulcorantes?
Hay muchos tipos diferentes de edulcorantes en miles de productos diferentes, incluidos alimentos y bebidas dietéticas. Pero todos apuntan a cumplir la misma función: endulzar en lugar del azúcar, lo que significa aportar menos calorías. Además, hay varios tipos de edulcorantes y en muchos países es obligatorio especificar cuál se usa en cada producto.
Algunos como la sacarina, la sucralosa, el acesulfame K y el aspartamo son intensamente dulces en pequeñas dosis, lo que los hace ideales para usar en refrescos bajos en calorías y chicles sin azúcar. Mientras que otros como el sorbitol y el xilitol son más voluminosos, como el azúcar real, por lo que son útiles como reemplazo en productos de confitería.
¿Son un riesgo los edulcorantes?
Los edulcorantes artificiales están muy regulados y para poder estar a la venta y ser de consumo público, han superado las verificaciones necesarias para su uso en alimentos. Además, los fabricantes de deben proporcionar pruebas que demuestren que su edulcorante no causa ningún efecto adverso, incluido el cáncer; no tiene efectos adversos a la reproducción; ni se almacena dentro del cuerpo ni se metaboliza en otros productos potencialmente dañinos. Y que tampoco causa reacciones alérgicas.
Por otro lado, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria establece una ingesta diaria aceptable de edulcorantes, que es la cantidad máxima que se considera segura para consumir cada día a lo largo de tu vida. Y estos límites son difíciles de superar. Ya que usando como ejemplo el aspartamo -uno de los más cuestionados en los últimos años- un adulto “promedio” que pesa 70 kg. podría beber hasta 14 latas de una refresco zero o usar 40 cucharaditas del edulcorante en su té o café todos los días sin exceder el límite.
O si nos vamos a un caso extremo, un niño que pesa 23 kg., el máximo equivalente es cuatro latas de bebida o 13 cucharaditas de edulcorante. Por si fuera poco, no hay pruebas oficiales que demuestren que los edulcorantes perjudican la salud, por eso los nutricionistas los recomiendan para bajar de peso.
Los efectos secundarios de los edulcorantes
Ha habido mucha prensa negativa sobre los edulcorantes artificiales, sobre todo debido a que algunos estudios han afirmado que podrían hacer que la gente tenga más hambre y alterar los niveles de azúcar en la sangre, pero no hay evidencia convincente del supuesto daño. Y pese a que la gran mayoría no tienen todo el rigor científico necesario, si que hay algunas personas que no pueden o no deben consumir edulcorantes artificiales.
Por ejemplo, los niños hasta la edad de tres años no deberían ingerirlos, pero en cambio, las mujeres embarazadas sí pueden hacerlo. En casos más específicos, las personas que nacen con una condición genética rara llamada fenilcetonuria deben evitar el aspartamo porque puede ser perjudicial para ellos. Y para el resto de la población, vale la pena señalar que consumir muchos edulcorantes puede causar flatulencia y diarrea, pero cuando se consumen en exceso.