Si haces solo un ejercicio esta semana, que sea este: fortalece y estiliza piernas y glúteos

Hay muchos ejercicios muy útiles para las piernas, en concreto para estilizarlas y darle forma a los glúteos, pero ninguno como las sentadillas búlgaras

La sentadilla búlgara es uno de los ejercicios más completos para las piernas

Si buscas un ejercicio efectivo para fortalecer piernas y glúteos sin necesidad de equipos complejos, la sentadilla búlgara debería estar en tu lista de imprescindibles. Este movimiento unilateral, que implica trabajar cono solo una pierna cada vez mientras la otra se apoya en un banco o superficie elevada, no solo desarrolla fuerza y estabilidad, sino que también mejora la postura y reduce el riesgo de lesiones musculares. Es uno de los ejercicios más completos para las piernas y aunque duro, es bastante fácil de hacer.

Con múltiples variaciones y la posibilidad de adaptarla según tus objetivos, la sentadilla búlgara es uno de los ejercicios más completos para el tren inferior. Su capacidad para activar diferentes grupos musculares, desde los cuádriceps y glúteos hasta los isquiotibiales y el core, la convierte en una herramienta clave tanto para quienes buscan mejorar su rendimiento deportivo como para quienes desean tonificar y esculpir su figura.

Una joven realizando una sentadilla búlgara con el peso añadido de unas mancuernas

¿Por qué la sentadilla búlgara es el mejor ejercicio para piernas y glúteos?: Principales beneficios

A diferencia de otras variantes de sentadilla, la sentadilla búlgara ofrece beneficios adicionales al trabajar cada pierna de forma independiente. Esto corrige descompensaciones musculares y permite un mayor rango de movimiento, lo que se traduce en un trabajo más profundo y efectivo. Sus principales beneficios son:

Fortalece el tren inferior: activa intensamente glúteos, cuádriceps, isquiotibiales y músculos estabilizadores.
Mayor equilibrio y estabilidad: al ser un ejercicio unilateral, desafía la coordinación y el control corporal.
Menos impacto en las rodillas: comparada con otras sentadillas, reduce la presión sobre las articulaciones.
Corrección de descompensaciones: ideal para evitar que una pierna sea más fuerte que la otra.
Versatilidad: se puede realizar con peso corporal o con carga adicional (mancuernas, barra, kettlebell).

Cómo hacer la sentadilla búlgara correctamente

Una ejecución adecuada es fundamental para maximizar los beneficios y evitar lesiones. Sigue estos pasos para realizarla correctamente:

1. Posición inicial:

  • Colocar un pie sobre un banco, caja o superficie elevada a la altura de la rodilla.

  • La pierna de apoyo debe estar adelantada lo suficiente para permitir una bajada controlada.

  • Mantener el torso erguido y activar el core para mantener la estabilidad.

2. Descenso:

  • Flexionar la pierna de apoyo mientras la rodilla trasera desciende hacia el suelo.

  • Controlar el movimiento en todo momento, sin dejar que la rodilla golpee el suelo.

  • Dependiendo del enfoque que se quiera dar, se puede inclinar ligeramente el torso:

    • Para enfatizar glúteos: inclina un poco el tronco hacia adelante y da un paso más largo.

    • Para trabajar cuádriceps: mantén el torso más recto y da un paso más corto.

3. Ascenso:

  • Impulsa el cuerpo hacia arriba empujando con la pierna de apoyo.

  • Mantén la espalda recta y el core activado durante todo el movimiento.

  • Evita balanceos excesivos y asegúrate de que la rodilla no se desplace demasiado hacia adelante.

Repeticiones:

En lo que se refiere a la cantidad, varía mucho según el nivel. Si eres principiante, se puede empezar con 3 series de 8-10 repeticiones por pierna, usando solo el peso corporal. A medida que progreses, se puede ir añadiendo más resistencia con mancuernas o una kettlebell (pesa rusa) y aumentar las repeticiones a 12-15 por serie.

Para un trabajo más intenso, puedes integrar la sentadilla búlgara en un circuito de piernas o utilizarla como el último elemento de una rutina, llevando cada serie hasta el fallo muscular.

Errores comunes y cómo evitarlos

Usar un soporte inestable: hay que asegurarse de que el banco o la superficie de apoyo no se mueva para evitar lesiones.
Colocar mal la pierna adelantada: si el paso es demasiado corto, se puede sobrecargar la rodilla; mientras que si es demasiado largo, se pierde estabilidad.
Bajar de forma descontrolada: el descenso debe ser lento y controlado, sin que la rodilla trasera golpee el suelo.
Arquear la espalda: mantener el torso alineado es clave para evitar molestias en la zona lumbar.