Las lesiones cutáneas conocidas como sabañones suelen aparecer en zonas expuestas al frío, como pies, manos, orejas o nariz. Se caracterizan por enrojecimiento, picor, hinchazón y, en algunos casos, dolor.
Aunque son más comunes durante el invierno, pueden presentarse en cualquier momento en el que se den cambios bruscos de temperatura, especialmente si la piel está expuesta al frío durante períodos prolongados.
¿Qué son los sabañones?
Los sabañones son inflamaciones pequeñas en los vasos sanguíneos de la piel causadas por cambios bruscos de temperatura, que afectan la circulación sanguínea. La piel, al estar expuesta al frío extremo, experimenta una contracción de los vasos sanguíneos para conservar el calor.
Cuando luego se expone a un ambiente más cálido (por ejemplo, al entrar en una habitación caliente), los vasos sanguíneos se dilatan repentinamente. Este cambio rápido puede causar una inflamación local y la formación de sabañones.
¿Por qué aparecen los sabañones?
Los sabañones se producen principalmente por exposición al frío intenso y cambios bruscos de temperatura. Repasamos algunas de las principales causas y factores de riesgo:
La causa principal de los sabañones es la exposición de la piel al frío durante largos períodos, lo que restringe la circulación sanguínea en las extremidades. Además, pasar rápidamente del frío al calor (por ejemplo, salir al exterior con temperaturas bajo cero y luego entrar a un lugar cálido) puede desencadenar la dilatación de los vasos sanguíneos y provocar sabañones.
Otro aspecto puede ser la mala circulación. Las personas con problemas de circulación sanguínea (como hipotensión o enfermedades vasculares periféricas) tienen un mayor riesgo de desarrollar sabañones, ya que sus vasos sanguíneos tienen más dificultad para regularse ante los cambios de temperatura.
Algunas personas tienen una mayor tendencia a desarrollar sabañones debido a su genética, especialmente si sus padres o abuelos también los han padecido. Además la humedad también es un factor importante. Estar con los pies o manos mojados durante el frío puede favorecer la aparición de sabañones. Además, la ropa inadecuada (como guantes o calcetines mojados) puede incrementar el riesgo de lesiones en la piel.
Por otro lado, en algunos casos, los cambios hormonales, especialmente en mujeres, pueden contribuir a la aparición de sabañones debido a que influyen en la circulación sanguínea.
¿Cómo prevenir los sabañones?
Aunque no siempre es posible evitar que los sabañones aparezcan en condiciones de frío extremo, hay varias medidas preventivas que puedes seguir para reducir su riesgo:
Mantenerse abrigado
Usa guantes, calcetines y calzado adecuados que te mantengan los pies y manos calientes, pero que no aprieten demasiado, ya que la ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea.
La ropa de lana o material térmico es también una buena opción para mantener el calor y evitar que se pierda. También es útil utilizar ropa técnica que absorba la humedad si estás en ambientes muy fríos o húmedos.
Evitar cambios bruscos de temperatura
Evita la exposición directa al frío intenso y a fuentes de calor directo. Cuando entres de un ambiente frío a uno cálido, trata de hacerlo progresivamente para evitar que los vasos sanguíneos se dilaten rápidamente.
También es aconsejable no frotarse ni calentar rápidamente las extremidades frías con agua caliente o fricción, ya que esto puede agravar la inflamación.
Mejorar la circulación
Realizar actividad física regularmente mejora la circulación sanguínea, lo que reduce el riesgo de que los vasos sanguíneos no reaccionen adecuadamente al frío. Por otro lado, masajear las manos y pies de forma suave cuando sientas que se enfrían también ayuda a mejorar la circulación y evita que se formen sabañones.
Mantener la piel hidratada
Aplica cremas o aceites nutritivos en las manos y pies para evitar que la piel se reseque y se vuelva más susceptible al daño por el frío. Utiliza productos específicos para proteger la piel del frío, como bálsamos o ungüentos que crean una barrera en la piel.
Secado adecuado
Evita caminar o estar con las manos mojadas en ambientes fríos. Asegúrate de que tus guantes, calcetines y botas estén secos antes de usarlos. Por otro lado, es crucial evitar el tabaco. El tabaco puede empeorar la circulación sanguínea, por lo que si eres propenso a los sabañones, dejar de fumar puede ser una medida positiva para prevenirlos.
¿Cómo tratar los sabañones?
Si ya tienes sabañones, puedes seguir algunos pasos para aliviar los síntomas y facilitar la curación:
- Mantén las áreas afectadas calientes pero no calientes de manera excesiva.
- No rasques ni frotes los sabañones, ya que esto puede causar infecciones o empeorar el daño.
- Aplica cremas o ungüentos con propiedades antiinflamatorias, como cremas con hidrocortisona o calamina para aliviar el picor y la inflamación.
- Evita la exposición al frío y a cambios bruscos de temperatura hasta que los sabañones desaparezcan.
Si los sabañones se agravan, causan mucho dolor o no mejoran con cuidados caseros, es recomendable acudir a un dermatólogo, quien puede recetar medicamentos más específicos, como cremas tópicas con corticosteroides o vasodilatadores, y evaluar si hay una infección.