Uno de los problemas más comunes del día a día de las personas, independientemente de la edad, el género o cualquier tipo de distinción, es el de la retención de líquidos. Hay muchos motivos por los que se genera, ya sea por comidas copiosas, algo muy común en verano y en vacaciones, y que generan digestiones mucho más trabajadas y que llevan a esta retención, sobre todo por los alimentos altos en sal. Tampoco podemos olvidarnos de un motivo que no tiene que ver con la alimentación, como es el de estar mucho tiempo sentado. Por trabajo, muchas veces pasamos horas y horas en la silla y puede afectar a nuestras piernas y que se hinchen. Pero por todo eso, vamos a ver los principales ejercicios y otros trucos para que se disminuya este problema.
Ejercicios para eliminar la retención de líquidos
Hay mucho ejercicios para hacer que vengan bien para controlar y eliminar la retención de líquidos. Uno de ellos sería subir y bajar los talones, para equilibrar las piernas y favorecer la circulación. Este es fácil y poco agresivo, por lo que da opción a hacerlo en cualquier sitio. Saltar a la comba, este es mucho mñas agresivo, pero es muy útil y rápido, ya que saltar 10 min al día equivale a unos 30 min de carrera y además, es más divertido.
Las sentadillas, también vienen muy bien para ayudar a la circulación, además de ser muy efectivas para tonificar el cuerpo. Tampoco viene mal subir y bajar escaleras, ya que es un ejercicio que se puede practicar en cualquier momento, e incluso incorporarlo a la rutina, ya que en vez de subir el ascensor de casa se puede poner como rutina subir las escaleras cada día. Y así se queman muchas calorías y fortalece el tren inferior, además de hacer que fluya más la circulación. Uno de lo más divertidos es patinar, para el que solo se necesitan un par de patines, pero es una de las formas más entretenidas de hacer cardio.
La alimentación, clave
Para controlar la retención de líquidos es preferible consumir alimentos naturales, como son las frutas, las verduras, las legumbres, las carnes y los pescados frescos, así como elegir los que tengan menos cantidad de sodio.
Es muy interesante consumir lácteos, como la leche, los yogures y los quesos blancos, aunque se deberían restringir los quesos curados y semicurados, ya que su contenido de sodio es muy alto. En lo que se refiere a la carnes, valen todas las carnes magras y frescas, pero hay que evitar las conservas, los ahumados, los embutidos, la charcutería, los patés, la sobrasada y las salchichas, ya que contienen elevadas cantidades de sal y de conservantes. Parecido a los pescados, donde se incluirán todos los pescados, tanto frescos como congelados, excepto aquellos que se presentan en conserva, ahumados y salados.
Otra cosa son las frutas y verduras, donde no hay límite, todas están permitidas, ya que que son alimentos muy pobres en sodio. Aunque eso sí, hay que limitar las verduras enlatadas por su contenido de conservantes ricos en sodio, no obstante, para poder consumirlas se debe extraer todo el líquido del envasado y lavar las verduras con abundante agua. También son ricas en sodio las aceitunas y los frutos secos salados, por lo que hay que tener cuidado con ellos.