La placenta juega un papel fundamental en el embarazo de una mujer. Sin embargo, no todos conocen cuáles son las funciones específicas de esta y los problemas o malos hábitos que pueden afectarla. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este órgano importante.
¿Cuál es la función de la placenta?
La placenta es un órgano que se forma en el útero durante un embarazo. Esta está conectada al bebé por el cordón umbilical, que es una estructura similar a un conducto. A través del cordón umbilical, la placenta le da oxígeno y nutrientes. También elimina los desechos de la sangre del bebé.
¿Cuáles son las afecciones de la placenta más comunes?
La placenta puede sufrir problemas a lo largo del embarazo. Por ello es importante conocer qué tipo de afecciones son las que pueden darse y qué factores son los que pueden incidir en la salud de la placenta.
- Desprendimiento de la placenta. Se produce cuando la placenta se desprende parcial o totalmente de la pared interna del útero antes del parto. En este caso, el bebé en desarrollo podría no recibir suficiente oxígeno ni nutrientes. La persona embarazada podría tener dolor de espalda o de estómago y sangrado por la vagina. El desprendimiento de la placenta puede derivar en una emergencia en la que se debe dar a luz al bebé antes de tiempo.
- Placenta previa. Esta afección se produce cuando la placenta cubre el cuello del útero de forma parcial o total. La placenta previa es más común al principio del embarazo. Podría mejorar sola a medida que se desarrolla el útero.La placenta previa puede causar un sangrado vaginal intenso durante el embarazo o el parto. El tratamiento depende de diversos factores, como la cantidad de sangrado, si este se detiene, el momento del embarazo y la posición de la placenta. Si la placenta previa continúa en las etapas tardías del embarazo, un profesional de atención médica probablemente recomiende una cesárea.
Casos de placentas adheridas o retenidas
- Placenta adherida. Muy a menudo, la placenta se separa de la pared del útero después de dar a luz. En el caso de la placenta adherida, parte de la placenta o la totalidad de esta permanece unida al útero con firmeza. Esta afección se presenta cuando los vasos sanguíneos y otras partes de la placenta crecen en la pared del útero. Esto puede causar una pérdida de sangre grave durante el parto.A veces, la placenta invade profundamente los músculos del útero o crece a través de la pared uterina. Si esto ocurre, un profesional de atención médica probablemente recomendará una cesárea, seguida de una cirugía para extirpar el útero. Este procedimiento recibe el nombre de histerectomía por cesárea.
- Placenta retenida. En un parto vaginal, la placenta se expulsa al poco tiempo de que salga el bebé en la mayoría de los casos. Sin embargo, si no se expulsa la placenta en el plazo de 30 minutos después de dar a luz, es un caso de placenta retenida. La placenta retenida podría producirse debido a que la placenta queda atrapada detrás del cuello del útero parcialmente cerrado. O bien podría producirse debido a que la placenta sigue unida a la pared uterina.Si no se trata, la placenta retenida puede causar una infección grave o una pérdida de sangre que pone en riesgo la vida. El tratamiento puede incluir medicamentos para ayudar a expulsar la placenta o un procedimiento para extraerla.
¿Qué factores son los que pueden generar afecciones en la placenta?
Muchos elementos pueden influir en las afecciones a la salud de la placenta. Entre ellas, destacan la edad de la embarazada, especialmente si se trata de una mujer mayor de 40 años. También influye el hecho de que suceda una ruptura de la fuente antes del trabajo de parto, algo que podría aumentar las posibilidades de problemas con la placenta.
Otros aspectos como la presión arterial alta, Cursar un embarazo de gemelos y mellizos, u otro tipo de embarazo múltiple, cirugías pasadas en el útero y afecciones previas, o el consumo de sustancias adictivas podrían provocar también afecciones en la placenta.
Para disminuir el riesgo de desarrollar afecciones en la placenta, los médicos recomiendan asistir a todos los controles de rutina del embarazo. Así como trabajar con tu profesional de atención médica para gestionar cualquier enfermedad, como la presión arterial alta. También es de vital importancia que no fumes ni consumas drogas.