La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad viral grave que ha suscitado preocupación tras la detección del primer caso en Castilla-La Mancha. Este artículo explora en detalle qué es esta enfermedad, sus síntomas, cómo se transmite y las medidas necesarias para detectarla y prevenirla.
Origen y transmisión de la enfermedad
La causa de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) procede de un virus del género Nairovirus, que pertenece a la familia Bunyaviridae. Este virus es endémico en África, los Balcanes, Oriente Medio y algunas partes de Asia. En Europa occidental, se detectó por primera vez en España en 2010 en garrapatas y en 2016 se confirmaron los primeros casos humanos autóctonos.
La transmisión del virus a los humanos puede ocurrir a través de la picadura de garrapatas infectadas, principalmente del género Hyalomma, o por contacto directo con sangre o tejidos de animales infectados durante y después de la matanza. También se puede transmitir entre humanos a través de fluidos corporales infectados.
Recientemente, se confirmó el primer caso de fiebre hemorrágica Crimea-Congo en Castilla-La Mancha. El afectado es un hombre de 74 años que fue picado por una garrapata mientras se encontraba en su segunda residencia en la pedanía de Sevilleja. El hombre desarrolló síntomas severos de fiebre alta y hemorragias, lo que llevó a su diagnóstico de FHCC. Actualmente, está recibiendo tratamiento intensivo en un hospital debido a la gravedad de la enfermedad.
Síntomas de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo
La FHCC se manifiesta a través de una serie de síntomas que evolucionan rápidamente. Los primeros síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo son los siguientes:
- Fiebre alta
- Dolores musculares (mialgia)
- Mareos
- Dolor y rigidez en el cuello
- Dolor de espalda
- Dolor de cabeza severo
- Irritación ocular
- Fotofobia (hipersensibilidad a la luz)
- Síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea)
- Dolor abdominal
- Dolor de garganta
Después de los primeros días, los síntomas pueden evolucionar hacia una somnolencia intensa, depresión, debilidad y dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen debido a la hepatomegalia (agrandamiento del hígado). En casos graves, los pacientes pueden experimentar taquicardia, adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos) y erupciones petequiales (pequeñas manchas rojas) en la piel y las mucosas. Estas petequias pueden progresar a hemorragias más grandes, conocidas como equimosis.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se realiza mediante pruebas de laboratorio que detectan el ARN del virus en muestras de sangre del paciente. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es el método más comúnmente utilizado para confirmar la presencia del virus.
No existe un tratamiento antiviral específico para la FHCC. El manejo de la enfermedad se basa principalmente en el soporte clínico, que incluye la reposición de líquidos, la administración de anticoagulantes para prevenir la coagulación intravascular diseminada y el tratamiento de cualquier infección secundaria. En algunos casos, se ha utilizado la ribavirina, un antiviral de amplio espectro, con resultados variables.
La prevención de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo se centra en evitar las picaduras de garrapatas y el contacto con sangre o tejidos de animales infectados. Se recomienda usar ropa protectora y repelentes de insectos cuando se esté en áreas endémicas o en contacto con animales. Además, es crucial inspeccionar y eliminar las garrapatas de inmediato después de haber estado en zonas de riesgo.