En invierno, los labios suelen irritarse y agrietarse debido a factores como el frío, el viento y la falta de humedad en el aire. Sin embargo, aunque los labios agrietados parecen inevitables en invierno, es totalmente posible mantenerlos suaves, hidratados y flexibles incluso durante esta temporada.
Los dermatólogos recomiendan como regla principal mantenerlos bien hidratados y evitar humedecerlos con saliva. Aun así en algunos casos, es el propio bálsamo labial el que puede empeorar la sequedad de los labios agrietados. Esto puede ocurrir por varias razones:
Ingredientes irritantes
Algunos bálsamos contienen ingredientes que pueden irritar la piel sensible de los labios o provocar un efecto de resequedad a largo plazo, como:
Mentol, alcanfor o eucalipto: Pueden causar una sensación refrescante inicial, pero a menudo irritan o secan los labios.
Fragancias y sabores artificiales: Pueden ser irritantes para personas con piel sensible.
Ácido salicílico: A veces incluido para exfoliar, pero puede resecar aún más.
Efecto de dependencia
Bálsamos con ingredientes oclusivos (como la cera de parafina) pueden formar una barrera que evita la pérdida de humedad temporalmente, pero no ayudan a hidratar en profundidad. Si dejas de usarlos, los labios pueden sentirse más secos.
Alergias o sensibilidad
Algunas personas pueden tener una reacción alérgica o sensibilidad a ciertos componentes, lo que empeora la sequedad o causa irritación.
Uso excesivo
Aplicar bálsamo con demasiada frecuencia sin permitir que los labios se reparen naturalmente puede evitar que la piel se regenere por sí sola.
Cómo elegir un bálsamo labial adecuado
Busca hidratantes efectivos: Ingredientes como la manteca de karité, el aceite de coco, la glicerina o el ácido hialurónico ayudan a hidratar los labios.
Usa productos oclusivos: La vaselina o la cera de abejas ayudan a sellar la humedad.
Evita irritantes: Opta por bálsamos sin fragancias, sabores artificiales ni mentol.
Usa protección solar: Un bálsamo con SPF protege contra daños adicionales causados por el sol.
Si tus labios siguen resecos a pesar del uso de bálsamos, considera consultar a un dermatólogo, ya que podría ser un signo de un problema subyacente, como dermatitis o deshidratación.
Beber mucha agua: otro truco infalible para prevenir labios cortados
Los labios deshidratados pueden ser un indicio de falta de líquidos en el organismo. Por eso, es fundamental beber suficiente agua a lo largo del día para prevenir la aparición de grietas y heridas.
Además, el uso de protectores labiales hidratantes con al menos factor solar 15 es clave. Este componente forma una barrera protectora que mantiene los labios suaves y los protege tanto del viento como del sol. Es igualmente importante evitar productos irritantes, como labiales con exceso de químicos, fórmulas mates o permanentes, ya que pueden agravar la sequedad y favorecer la formación de grietas.
La vaselina y la miel, otras alternativas de lo más eficaces
Además de mantener una alimentación equilibrada y consumir las vitaminas necesarias, puedes recurrir a alternativas curativas al bálsamo labial tradicional, como la vaselina y la miel.
La vaselina es excelente para formar una barrera protectora que retiene la humedad en los labios. Aplicarla antes de dormir permite que se hidraten y se reparen durante la noche. Por su parte, la miel, con sus propiedades antibacterianas, es ideal para calmar y curar los labios agrietados. Solo necesitas aplicar una capa fina antes de acostarte y dejarla actuar mientras duermes.