El cuerpo humano una máquina casi perfecta, pero aún así tiene pequeños detalles que se escapan de nuestra percepción y muchas veces suceden cosas en él que no tienen explicación; bueno, más que no la tengan, que no la podemos encontrar. Este es el caso de una de los problemas más molestos que suceden alrededor de nuestra anatomía, que aunque sea algo leve es ligeramente doloroso y sobre todo, muy irritante e inesperado; hablamos, claro está, de las subidas de gemelo; pero de una cualquiera que sucede cuando hacemos deporte, si no que nos vamos a centrar es la que es verdaderamente molesta y que cuando sucede tiene una implicación tan negativa como que nos despierta; efectivamente, las subidas de gemelo nocturnas mientras dormimos.
¿Por qué se sube el gemelo por la noche?
Realmente, esta molesta condición es un calambre, y este sucede por diversos motivos: para empezar, puede pasar por la deshidratación o la excesiva pérdida de electrolitos. Cuando no se bebe suficiente agua en general, o si hay una causa más aguda, como cuando se tienen vómitos o diarrea, que pueden producir alteraciones en la hidratación, que produzcan esa contracción brusca del músculo. Luego está la puramente física, que se da al realizar una actividad demasiado intensa y no estirar después, lo que produce una fatiga muscular excesiva, que lleva a este problema. Otras causas son el consumo de algunos medicamentos o drogas; o incluso, en ocasiones puede suponer un síntoma de algunas enfermedades neurológicas o ser consecuencia de la compresión de una raíz nerviosa por algún pinzamiento, aunque esto es muy muy extraño.
Qué hacer ante una subida del gemelo
Cuando se produce un calambre en el gemelo, es decir una subida, en la noche, se produce un despertar brusco, y una vez asimilado, lo primero que se debe hacer es realizar estiramientos pasivos de la zona. Para el gemelo, lo suyo sería estirar la pierna y hacer el gesto de acercar los dedos de los pies a la espinilla, manteniendo la posición por unos segundos, hasta que se relaje. Con esto se debería ya ‘bajar’, aunque para concluir, una vez relajado el músculo, lo mejor es dar un pequeño masaje con una crema efecto calor.
¿Cómo se puede evitar una subida de gemelo?
Para que no se produzcan este tipo de calambres o subidas musculares es vital tener un equilibrio entre las sales minerales y los electrolitos, además de tener suficientes haber reservas de glucógeno en el músculo. Para ello, las claves son una dieta con un buen aporte vitamínico, acompaña de una hidratación correcta. En caso de que sea una dolencia común la deshidratación, beber bebidas isotónicas. En el día a día calentar antes de hacer cualquier actividad física intensa, ya sea deporte o trabajo. También ayuda estirar después de las actividades que se realicen, en especial en aquellos músculos que se hayan usado más. Y por último, mantener una postura correcta en todo momento.
Ejercicios clave para evitar una subida de gemelo
Lo más útil es realizar ejercicios de estiramiento y flexibilidad, centrándose en la descarga muscular, y complementándolos con ejercicios de potenciación. Los estiramientos se deben realizar tras el ejercicio físico, con el objetivo de prevenir lesiones y que el músculo esté ‘tranquilo’ para que no se produzcan calambres, y las tan temidas subidas de gemelo, o de otro músculo, por la noche.