Resulta llamativo que en un mundo adepto a la prisa, las rutinas de skincare preferidas de quienes miman su piel con esmero huyan precisamente de la incesante velocidad. La denominada K-beauty se ha instaurado en Occidente de forma tan sigilosa como poderosa, y al hacerlo, ha puesto de manifiesto las inmensas diferencias que existen en la forma en la que abordamos el cuidado de la piel. Como explica en ‘Flawless’ Elise Hu, los surcoreanos gastan el doble en productos para el cuidado de la piel que los consumidores de Estados Unidos, Reino Unido y Francia. “La demanda impulsa un géiser de ofertas de cosméticos, y a su vez, un mercado saturado impulsa la demanda. Las prácticas de belleza que recientemente se volvieron comunes en Occidente, como el microblading de cejas o los tratamientos faciales con láser, ya eran comunes en Corea hace una década o más. La industria de la belleza coreana inventó el maquillaje compacto con almohadilla que ahora emulan marcas más establecidas como L’Oréal, Clinique y Lancôme. Lo mismo ocurre con el efecto ahora ampliamente deseado de una piel “glossy” o “wet”, ideal tanto para hombres como para mujeres coreanos. Definitivamente, la cultura de este país sabe bien lo que hace cuando se trata del cuidado de la piel”, escribe.
Las claves del skincare coreano
Claudia Medrano, co fundadora, Gabriela Atilano PR y communications manager y Patricia Quero, relaciones públicas de SookSkincare, resaltan no sólo lo temprano que los coreanos comienzan a cuidar su piel, sino la importancia que le dan a la prevención y al mantenimiento de la salud a largo plazo. “En lugar de tratar problemas una vez que han aparecido, estos productos se diseñan para prevenir su aparición. Este enfoque proactivo resuena con muchos consumidores occidentales que buscan mantener una piel saludable. Otro aspecto clave es que los ingredientes de la cosmética coreana son muy amigables con la piel. Utilizan fórmulas naturales que priorizan la salud y el bienestar cutáneo, lo que resulta muy atractivo para quienes buscan productos efectivos y suaves. Algunos de los ingredientes más populares en las rutinas de belleza asiática son: mucín de caracol, centella asiática, ginseng, ácido hialurónico, propóleo y alga marina, entre otros”, explican. Señalan que los productos de belleza coreanos son conocidos por su innovación, ya que incorporan ingredientes y tecnologías avanzadas, muchas veces únicos y difíciles de encontrar en otras partes del mundo.
Su marca SookSkincare, de inspiración coreana, ha sido creada para suplir las necesidades de las pieles occidentales, y aseguran ser un upgrade de la rutina coreana, pues no buscan sólo prevenir, sino también reparar.
La rutina de belleza coreana VS la española
“Las rutinas de belleza coreanas y españolas tienen varias diferencias significativas en cuanto a su enfoque, pasos y productos utilizados. Para comenzar, el número de pasos de la rutina es muy distinto; la coreana puede llegar hasta diez o más pasos; mientras que la española tiende a ser más sencilla y menos extensa”, Medrano, Atilano y Quer a Artículo14. “Asimismo, el enfoque de la belleza coreana se centra en la prevención y el mantenimiento a largo plazo de la salud de la piel, busca mantener la piel en su mejor estado posible, mientras que la de España tiende a ser más reactiva, enfocándose en tratar problemas específicos cuando surgen. Por otro lado, la rutina coreana incluye una limpieza doble para asegurar que toda la suciedad, maquillaje y aceite sean eliminados completamente. Pero nosotros, generalmente, utilizamos un solo limpiado”, indican.
Mientras que los coreanas prefieren ingredientes innovadores y naturales, así como las formulaciones más ligeras y de rápida absorción; en España preferimos los ingredientes tradicionales, y por supuesto, las mascarillas faciales son otra diferencia clave, pues en la cultura coreana son una parte tan fundamental de las rutinas de belleza que hay quienes incluso las emplean diariamente.
El poder de la K-Beauty
La forma en la que la cultura coreana se ha infiltrado en la cultura pop occidental no es sólo llamativa, sino también muy significativa para comprender por qué sus rutinas de belleza han calado. Series como ‘El juego del calamar’ y películas como ‘Vidas pasadas’ y ‘Parásitos’, así como el furor por el K-pop, con figuras como Lisa Manobal, de la banda Blackpink, han hecho que los primeros planos de sus estrellas promuevan el deseo de conseguir sus impecables pieles.
Una de las marcas más conocidas en España dentro del espectro de la belleza coreana es MiiN Cosmetics, que Lilin Yang fundó hace diez años. Considera que el mayor logro de la cosmética coreana ha sido el crecimiento de su presencia estos últimos años, pues ha pasado de ser prácticamente residual a convertirse en un producto súper popular en el sector y en toda Europa. “El boom de la cosmética coreana ha supuesto doblar la cifra en cuanto a importaciones de cosmética coreana en España en apenas tres años. Actualmente las importaciones de cosmética coreana en el mundo superan los 8.000 millones de euros, y en España roza los 25 millones de euros, una cifra que supone más del doble que hace apenas tres años. Esta reciente popularidad, junto a la gran fama de sus productos, es definitivamente la clave de su éxito”, explica. “En mi caso, desde que empecé con MiiN Cosmetics, siempre he buscado educar a nuestro cliente desde el primer momento. Es cierto que aún hay mucho desconocimiento, pero también mucha curiosidad. Por este motivo es importante no ser únicamente una tienda con los mejores productos y marcas, sino una plataforma de información y asesoramiento que, de forma cercana, sepa darte siempre la mejor recomendación e información sobre cualquier producto”, añade.
MiiN Cosmetics distribuye casi 40 marcas coreanas, todas líderes a nivel mundial, y el equipo se ha asegurado de escuchar las necesidades del público europeo, que pedía una cosmética coreana adaptada a sus pieles, para ofrecer así los productos idóneos. Desde hace dos y un año, respectivamente, han creado dos marcas propias que se distribuyen en su ecommerce y tiendas, pero también en otros retailers: Ondo Beauty 36.5 y Meisani. Son marcas “pensadas en Barcelona y creadas en Corea”.
Mientras que la cosmética coreana se caracteriza por la velocidad con la que se adapta a los cambios y a las tendencias, la japonesa ha sido criticada por algunos por permanecer anclada en sus greatest hits, permaneciendo a la vez ajena a un mundo cambiante, enganchado a las novedades y caprichoso. Por eso, la industria cosmética coreana continúa imparable. Las exportaciones de sus productos alcanzaron los 8,5 mil millones de dólares en 2023, manteniendo así su cuarto puesto en el mundo. Quizás en realidad, el motivo real de su éxito sea que como señala Yang, la cosmética coreana es mucho más que un producto, pues es también un ritual y un momento de cuidarse a uno mismo. Cuando frenar y dedicarnos tiempo parece un lujo inalcanzable, disfrutar de esos momentos de pausa y autocuidado se erige como oasis de placer en el que aunque sea durante unos minutos, poder pensar por fin únicamente en nosotros.