Pasta konjac, la alternativa saludable a la pasta convencional

En los últimos años ha crecido el miedo a los hidratos de carbono, lo que ha provocado que para reducir su consumo, se busquen sustitutivos, y quizá el más típico sea la pasta konjac, pero, ¿exactamente qué es este producto?

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Una de las modas gastronómicas de los últimos años tiene que ver con la criminalización de los hidratos de carbono, los cuáles se tratan de eliminar por completo o al menos reducir lo máximo posible, pero el problema es que están muy arraigados en nuestra alimentación diaria. Por ello, se han puesto de moda algunos alimentos que se pueden usar como sustitutivos, ya que apenas tienen hidratos ni calorías, y uno de los más extendidos y utilizados es la pasta konjac, pero ¿exactamente qué es?

¿De qué está hecha la pasta konjac?

La pasta konjac está hecha, efectivamente, de konjac. Y esto es una planta perenne originaria del sudeste asiático. Se trata de un tubérculo cuya parte más valiosa es la raíz, la cuál se extrae algo parecido a una harina, que hace la veces de esta y que se utiliza posteriormente para la elaboración de distintos tipos de pasta y de otros productos alimenticios.

Su consumo es habitual en los países asiáticos desde tiempos inmemoriales. Pero en Occidente se ha puesto de moda recientemente  a causa de sus efectos saciantes y para comer como sustitutivo de la pasta tradicional, puesto que no aporta hidratos de carbono y apenas tiene calorías. Ya que 100 gramos de konjac aportan solo 9 calorías.

En la actualidad, ya es habitual encontrar fideos de konjac en el supermercado y en las tiendas especializadas. Aunque si cuesta encontrarlos puede ser porque los fideos de pasta de konjac aparecen también comercializados bajo el nombre de shirataki. Se caracterizan por su sabor insípido y una textura gelatinosa, de manera que se pueden aumentar mucho las calorías del plato según cómo la prepares para darle sabor. Eso hay que tenerlo en cuenta, puesto que se puede arruinar la idea de cocinar con ellos para perder peso, según de qué se acompañen.

Una pasta rica en fibra y baja en calorías

Además de la propiedad saciante del konjac, una de las más importantes que tiene, también se le atribuyen otras ventajas, como resultar beneficiosa para controlar el colesterol. Además, los expertos aseguran aseguran que el consumo de konjac favorece el control de los problemas dermatológicos y la salud intestinal, gracias a su elevado contenido en fibra, pues contribuye a una mejor digestión y a aliviar la sensación de pesadez al comer. Y todo eso con muy pocas calorías y mucha facilidad de cocinar.

También tiene problemas

Pero no todo son ventajas con respecto al konjac, ya que se consume en grandes cantidades, es posible que cause problemas gastrointestinales, precisamente por su ya mencionado alto contenido en fibra. Su consumo puede favorecer una rápida pérdida de peso, por esa sensación de saciedad que provoca, pero también puede causar graves consecuencias en aquellas personas que tienen algún problema en el esófago.

Por todo esto, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria recomienda consumir mucha agua si comemos la  pasta de konjac preparado como cualquier plato de pasta tradicional. Y es que puede ser hasta peligroso, porque aumenta mucho su tamaño al entrar en contacto con cualquier líquido, por lo que es necesario beber mucha agua mientras se ingiere para provocar que llegue con rapidez al estómago y evitar el riesgo de asfixia.

Así mismo, se recomienda no consumir la pasta de konjac antes de acostarse, así como no ingerirla con otros alimentos ricos en fibra. De igual manera, recomienda una cantidad máxima de ingesta de glucomanano de konjac de 4 gramos al día, lo cual debes tener en cuenta si tomas algún complemento alimenticio que lo incluya. Y por ello los pacientes con diabetes deben consultar con su médico ante de consumirlo.