La obesidad y el sobrepeso representan un desafío creciente para la salud pública en España y en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde 1990 la obesidad se ha duplicado entre los adultos de todo el mundo y se ha cuadruplicado entre los adolescentes. En 2022 2.500 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso y de ellos, 890 millones eran obesos.
La doctora Susana Monereo, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional, ofrece una perspectiva experta sobre esta problemática y las estrategias más efectivas para abordarla.
Diferencia entre obesidad y sobrepeso
El sobrepeso es la antesala de la obesidad, entendiendo siempre ambas cuestiones como un exceso de acumulo graso. Evidentemente cuando la grasa acumulada pasa el 25 % en los varones y el 35% en mujeres hablamos de obesidad. Evidentemente a mas cantidad de grasa corporal sobre todo cuando se deposita a nivel visceral mayor gravedad de la enfermedad que puede provocar un aumento del riesgo de diabetes de tipo 2 y cardiopatías o cáncer entre otras muchas enfermedades.
El diagnóstico mas sencillo de forma tradicional para diferenciar entre ambas se realiza al medir el peso y la estatura de las personas y al calcular el índice de masa corporal (IMC): peso (kg)/ estatura2 (m2). Considerando sobrepeso cuando este IMC esta entre 25 y 30 y obesidad cuando pasa de 30. Este índice no es un marcador directo de la grasa y por ello también se deben hacer otras mediciones como el perímetro de la cintura para ayudar a diagnosticar la obesidad. “En España la obesidad afecta al 21 % de la población adulta y al 18% de la población infantojuvenil. Las expectativas de crecimiento, según el World Obesity Atlas, si no hacemos nada en 2035 habrá un 37% de población adulta con obesidad”, explica la doctora Monereo.
Tratamientos para combatir la obesidad
El tratamiento de la obesidad requiere un enfoque multidisciplinario que combina cambios en el estilo de vida, intervenciones farmacológicas y, en casos severos, cirugía. La experta explica que la obesidad debería tratarse como una enfermedad crónica y no solamente una alteración puntual en el estilo de vida. “Es una enfermedad en la que el regulador del hambre y la saciedad asi como del propio tejido adiposo, que cuando aumenta al engordar, se daña, se inflama y ese daño altera prácticamente todos los órganos y sistemas del cuerpo. Además, una vez que se inicia se puede controlar, pero no se quita. Siempre hay que estar tratándose porque si no el peso se recupera”, agrega.
Según la doctora Susana Monereo, el tratamiento inicial de la obesidad se centra en “bajar de peso y mantener ese peso perdido. Para ello hace falta, como en cualquier enfermedad, cambiar las circunstancias que te han llevado a enfermar, mejorar la ingesta y aumentar el gasto energético”. Pero la solución no es así de sencilla, pues según la especialista, este tipo de cambios deben ir con un acompañamiento psicológico e incluso de fármacos específicos.
Tratamiento farmacológico
En algunos casos, el tratamiento farmacológico puede ser necesario para ayudar a controlar la obesidad. La doctora Monereo menciona que los nuevos fármacos derivados de las hormonas gastrointestinales llamadas incretinas, han demostrado que cuando un paciente pierde peso, se motiva y así consigue el cambio de hábitos. “Los fármacos, que han venido para quedarse, son realmente el activo principal que no solo ayuda a bajar de peso, sino que sobre todo va a ayudar a no recuperarlo, hecho que hasta que han aparecido era muy difícil por no decir imposible de conseguir”, asevera.
Tratamiento quirúrgico
Para aquellos con obesidad severa (IMC superior a 40, o superior a 35 con comorbilidades), la cirugía bariátrica puede ser una opción. La doctora Monereo explica que existen métodos como el bypass gástrico o la manga gástrica. Esta es una herramienta efectiva para la pérdida de peso en casos extremos, pero no es una solución para todos. Debe considerarse después de evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios.
Los procedimientos quirúrgicos ayudan a reducir la capacidad del estómago o a alterar la absorción de nutrientes, promoviendo una pérdida de peso significativa y sostenible, pero no es una solución permanente. “Al igual que en los pacientes que pierden peso con otros métodos, el síndrome de recuperación de peso o adaptación metabólica ocurre y a ello se suma una mala reeducación dietética, falta de actividad y, cómo no, al estrés psicosocial que produce la enfermedad”, explica.
Claves para el abordaje integral
La obesidad es una enfermedad crónica y compleja que requiere un enfoque integral y personalizado. Es fundamental prevenir el desarrollo de la obesidad desde la infancia y adoptar hábitos de vida saludables en todas las etapas de la vida.
En resumen, abordar la obesidad y el sobrepeso en España demanda una combinación de cambios en el estilo de vida, opciones farmacológicas, y en casos extremos, intervenciones quirúrgicas. Con un enfoque integral y el apoyo adecuado, es posible lograr una gestión efectiva de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.