Durante las últimas décadas, la expectativa general era que la mortalidad materna disminuiría de manera constante. En parte, gracias al progreso médico y al mejor acceso a la atención sanitaria. Sin embargo, un reciente estudio realizado por Mothers and Babies: Reducing Risk through Audits and Confidential Enquiries across the UK (MBRRACE-UK) revela un aumento alarmante del 50% en la tasa de mortalidad materna. Este dato contradice las tendencias anteriores y plantea preguntas urgentes sobre las causas subyacentes y las posibles soluciones a este grave problema de salud pública. Un problema de salud pública que se añade a otros.
¿Por qué aumenta la mortalidad materna en los países desarrollados?
El aumento de la mortalidad materna en los países desarrollados constituye un enigma que desafía las percepciones comunes sobre el progreso médico y el bienestar. Algunas de las causas identificadas incluyen las siguientes:
- Cambio en la demografía materna: La edad promedio de las madres primerizas ha aumentado significativamente, lo que conlleva mayores riesgos asociados con complicaciones preexistentes y aquellas propias del embarazo en edades avanzadas.
- Desigualdades en la atención sanitaria: A pesar de los avances médicos, persisten disparidades significativas en el acceso y la calidad de la atención médica entre diferentes grupos socioeconómicos y étnicos. Estas desigualdades se reflejan en mayores tasas de mortalidad materna entre las poblaciones más vulnerables.
- Problemas de salud subyacentes: El aumento de condiciones crónicas, como la obesidad, la hipertensión y la diabetes, ha contribuido también al incremento de los riesgos durante el embarazo y el parto.
- Insuficiencia de los sistemas de salud para responder a emergencias obstétricas: A menudo, los sistemas de salud no logran responder de manera efectiva y rápida a complicaciones críticas durante el embarazo y el parto, lo que puede ser fatal.
Estos factores, entre otros, no solo aumentan el riesgo de complicaciones. También exponen las carencias de los sistemas de salud en países desarrollados. Naciones donde se esperaría que tales problemas estuvieran bajo control.
La búsqueda de soluciones es clave
Reducir la mortalidad materna es un reto necesario para todos los países
Frente a esta crítica situación, la búsqueda de soluciones efectivas se ha vuelto imperativa. Los esfuerzos para reducir la mortalidad materna se centran en varios frentes:
- Mejorar el acceso a la atención prenatal y perinatal: Asegurar que todas las mujeres, especialmente aquellas en grupos de alto riesgo, tengan acceso temprano y constante a servicios de salud de calidad durante el embarazo.
- Educación y concienciación: Incrementar la conciencia sobre los factores de riesgo y las prácticas de salud prenatal entre mujeres en edad fértil. La educación puede empoderar a las mujeres para que busquen atención médica de manera proactiva.
- Reformas en los sistemas de salud: Reforzar los sistemas de salud con mejoras en la capacitación del personal médico, especialmente en habilidades para manejar emergencias obstétricas, y asegurando que los recursos necesarios estén disponibles y sean accesibles en todo momento.
- Investigación continua: Apoyar la investigación que pueda ofrecer nuevas perspectivas sobre las causas subyacentes de la mortalidad materna y sobre estrategias efectivas para abordarlas.
Aunque el camino a seguir presenta muchos (y grandes) desafíos , la gravedad del aumento en la mortalidad materna requiere una acción decidida y coordinada. Es esencial identificar y abordar las causas inmediatas. Pero también comprometerse a realizar cambios estructurales profundos que garanticen la salud y la seguridad de las madres en el futuro.