En nuestra cultura alimentaria es muy habitual el uso de snacks y otros tentempiés, ya sea en casa o con un uso social, como cuando quedamos con otras personas a tomar algo y siempre hay algo para picar, ya sean encurtidos, chacinas u otro tipo de picoteos, siendo el más común las patatas fritas. Y es que estas bolsas de ‘patatas’ no son para nada buenas opciones a nivel nutricional, pero si que es cierto que son cómodas, fáciles de comer y maridan perfectamente con una bebida en casa o una terraza con amigos. Pero como en todo, es importante saber elegir para no caer en la trampa de comer lo peor para el cuerpo, porque aunque pocas, hay opciones saludables dentro de este tipo de aperitivos.
Pero hay que saber buscar, porque la oferta es amplia, muy amplia, y es muy fácil caer en coger algunas de las diferentes opciones que vemos con multitud de sabores, tanto típicos como más extraños, que tienen algo en común, el ir hasta arriba de aditivos y aromas artificiales para conseguir esos gustos que publicitan. Y claro, están lejos de ser buenas opciones para el cuerpo, primero porque son muy calóricos y no aportan mucho; y segundo porque es muy fácil que sienten mal a quienes lo consuman.
Por eso, hay que buscar opciones que sean más interesantes, y aunque cuesta, hay algunas que sí, por ejemplo, nos vamos a centrar en una de las cadenas de supermercados más importantes, Mercadona, que afortunadamente, las tiene, pero hay que saber buscar.
Las patatas fritas más saludables de Mercadona
Se trata de las nuevas patatas fritas de bolsa 0% sal añadida y hechas con aceite de oliva, un aperitivo cuyos únicos ingredientes son patatas seleccionadas y aceite de oliva. Esto hace que por su composición sean unas patatas fritas que se encuentran cerca de ser saludables, siendo mucho más sanas que el resto de productos similares que se pueden encontrar en el supermercado. Porque no es lo mismo estas, que apenas llevan nada más, lo que se nota además en el sabor, mucho más casero. Que otras que publicitan tener gustos de lo más extraños, porque cada vez van a más en ese auge de la invención.
Eso sí, hay que tener cuidado, porque el hecho de que sean saludables no significa que se puede abusar. Y es que son muy altos en lo que se refiere a densidad nutricional. De hecho, con cada ración de 30 gramos, nos encontramos con un aporte de 154 calorías, 10 gramos de grasas, 1,2 gramos de proteínas y 14 gramos de carbohidratos, lo que las hace ser una opción más que interesante como snack, pero controlándonos. Si aumentamos un poco la cantidad ya se nos iría un poco de las manos, llegando a las 544 calorías a los 100 gramos.
Las patatas vienen en un envase de 130 gramos y cuestan solo 1,60 euros, y lo mejor de ellas es que no tienen grasas trans, que son las más perjudiciales para la salud. Y por eso mismo podemos afirmar que son sin duda una de las mejores opciones del mercado, y todo ello mientras mantienen todo su sabor. Porque como hemos mencionado saben precisamente a eso, a patata, siendo lo más parecido que se puede encontrar a como sería una patata frita en casa con muy buenos productos naturales.