Los mariscos que más disparan el colesterol: populares en España durante la Navidad

En Navidad uno de los productos más demandados es el marisco, un básico de nuestras mesas que se convierte en protagonista indiscutible, sin embargo, hay un problema con él, y es que no es del todo sano y puede ser un problema para el colesterol

Lo ideal es limpiar las gambas antes de ingerirlas.

Ya está aquí la Navidad, una de las épocas más bonitas del año por lo que significa, por la unión con nuestra familia, amigos y en general con los reencuentros con personas a las que vemos poco o nada. Pero no solo por esto es bonita esta época del año, si no que también destaca por lo que se hace en ella, que no es otra cosa que comer y beber, comer y beber mucho más bien. Por eso casi todos tenemos en la cabeza el estar pensando de cara al año que viene empezar a cuidarnos en enero para quemar los excesos de estas dos semanas en las que se come y se bebe como si la vida nos fuera en ello.

Y aunque ese es un problema de nuestro futuro, hay cosas que sí que hay que tener en cuenta, porque la salud no entiende de fechas y nos puede jugar una mala pasada incluso en Navidad. Uno de los males más comunes de la sociedad es el colesterol, que puede hacer que tengamos problemas cardiovasculares, por lo que hay que controlar la ingesta de ciertos productos, muchos de ellos protagonistas de las mesas navideñas.

Entre ellos el que más destaca es el marisco, protagonista indudable de la mayoría de reuniones, ya que este caro y vanagloriado fruto del mar es en sí mismo un a delicatessen y además, si es de calidad, con muy poco que se cocine está exquisito. Sin embargo, es muy fácil abusar de él, y eso con su alto contenido en colesterol es bastante preocupante. Aunque eso sí, hay algunos que tienen más que otros, como estos, que son los que más contienen, además, son de los típicos de cada mesa.

Los tres mariscos con más colesterol

Hay que destacar que son los crustáceos son los que más colesterol aportan: es decir, las gambas, los langostinos y las cigalas tienen, según la Fundación Española de Nutrición, 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos de alimento. Sin embargo, la mayor parte de este se encuentra en sus cabezas y, por tanto, si no las chupamos, el aporte de colesterol no será tan preocupante, sin embargo, sí que tienen mucho y hay que tener mucho cuidado con tener un consumo excesivo.

La mayor parte del colesterol de las gambas está en sus cabezas

Por detrás estarían los cefalópodos y, entre ellos, destaca el calamar porque, al igual que los crustáceos anteriores, también tiene 200 miligramos de colesterol por cada 100 gramos. Y otra cosa preocupante de los calamares es que al ser tan versátiles, muchas veces se consumen de formas que hacen que sean aún más perjudiciales.  Primero porque se suelen hacer fritos, y segundo, porque muchas veces se sirven con mayonesa, alioli u otras salsa, todas ellas bombas que hacen mucho daño al corazón y aportan excesiva grasa. Como parte buena está que existen el pulpo o la sepia, que son opciones similares y con un porcentaje menor de colesterol en la composición.

La clave, la cantidad

No obstante, pese a este mensaje tan alarmista, aunque real, lo más importante es ser consciente de que no se debe exceder la cantidad normal y caer en excesos, pero si consumimos los mariscos que queramos, o realmente cualquier cosa, pero en una ocasión especial y sin perder la cabeza, podemos mantener nuestra salud muy bien y además disfrutar de los nuestros en estas fiestas, que al final es lo más importante.