Al llegar a los 40 el cuerpo de la mujer comienza a cambiar en muchos aspectos, desde los niveles hormonales hasta cambios físicos y mentales. Es por este motivo por el que muchas mujeres se cuestionan si tomar vitaminas puede ser una buena idea para fortalecer su sistema y mejorar su vida.
Lo más importante, es conocerse como mujer. Conocer el cuerpo y saber qué cambios experimenta una vez llegados a los 40 años es crucial para saber cuál es la mejor dieta y las mejores vitaminas a implementar. Te explicamos todo lo que debes saber acerca de los cambios en materia de salud que experimentan las mujeres a partir de los 40 y qué rutinas se deben añadir en el día a día.
¿Cómo cambia el cuerpo de las mujeres después de los 40?
Es posible que después de cierta edad las hormonas de las mujeres estén un poco descontroladas y experimentando cambios, esto se puede justificar con la llegada de la menopausia.
Esta además, puede derivar en pérdida de masa muscular, menos elasticidad en la piel y una nueva redistribución de la grasa corporal debido a que el metabolismo se ralentiza. Es esencial que, al empezar a experimentar estos cambios, la mujer esté conectada con sus sensaciones físicas, para así lograr cubrir algunas de las deficiencias con vitaminas que sin duda generarán mucha mejoría.
Es importante concienciarse acerca de que las vitaminas no son un sustituto de las comidas. También lo mantenerse bien alimentado, adquirir todo tipo de nutrientes y especialmente aquellos más ricos como la Vitamina C, el potasio o el fósforo. Aunque ciertamente, al llegar a los 40, el cuerpo empieza a debilitarse, la masa muscular se debilita al igual que los huesos, y la piel también necesitará ayudas extras.
Vitaminas y suplementos ideales para mujeres mayores de 40 años
De manera general, se podría decir que empezar a incluir suplementación de calcio, magnesio, zinc y diferentes vitaminas como la D, C y A, puede resultar beneficioso para la salud y ser muy necesario. Aún así, recuerda que todos los organismos son diferentes y no todos tienen las mismas necesidades. Podría ser beneficioso acudir al médico o a un nutricionista para pedir consejo personalizado en caso de tener dudas.
Estas son las vitaminas más importantes y que tu cuerpo agradecerá notoriamente:
Calcio
Este puede ayudar a prevenir la debilidad en los huesos y dientes, además ayuda a combatir la coagulación de la sangre, permitiendo un mejor funcionamiento del corazón y fortaleciendo los músculos.
Magnesio
El magnesio es un excelente suplemento para dar energía y ayudar también a fortalecer los huesos y músculos. El consumo de magnesio previene la aparición de la osteoporosis y además fortalece las uñas y el cabello.
Vitamina D
Esta es una vitamina esencial para favorecer la absorción de otros nutrientes indispensables para el cuerpo. Por ejemplo, la Vitamina D juega un papel fundamental para que el cuerpo asimile de manera correcta el calcio y así se puedan fortalecer los huesos y la musculatura.
Omega 3
Si se tiene riesgo de enfermedades cardiovasculares, colesterol alto o venas obstruidas, el consumo de Omega 3 es fundamental. Ayuda a disminuir la presión arterial y regular los triglicéridos en sangre.
Potasio
El potasio es esencial para mantener un ritmo cardíaco constante. También ayuda a mantener una mejor contracción de los músculos y para fortalecer la función del sistema nervioso.
Vitamina C
Esta vitamina es esencial para el crecimiento y la reparación de los tejidos del cuerpo. Con la edad se es más propenso a rasparse la piel y sufrir cortaduras, por eso es esencial una buena recuperación de los tejidos.
Vitamina A
La Vitamina A es la reina del sistema inmune. Su consumo prepara el cuerpo para enfrentarse a diferentes amenazas como virus. Además, es esencial para cuidar la vista y ayudar al funcionamiento de los órganos.
Zinc
El cuerpo utiliza el Zinc para producir ADN, por eso es esencial para proteger el sistema inmune y enfrentarse a diferentes virus y bacterias.
Ácido fólico
Este es esencial para prevenir enfermedades degenerativas como la diabetes, la presión arterial y la alteración de las células que provocan el cáncer.