Las 4 hormonas de la felicidad: cómo activarlas para sentirte mejor

Es posible estimular la producción de estas hormonas de la felicidad de manera natural a través de diversas actividades como tomar el sol o hacer ejercicio

La oxitocina es la conocida como "hormona del amor" y es una de las que componen las hormonas de la felicidad.

Las llamadas “hormonas de la felicidad” incluyen neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, la oxitocina y las endorfinas, cada una con un papel clave en la regulación de nuestro estado de ánimo. La dopamina está relacionada con la motivación y la recompensa, la serotonina influye en la estabilidad emocional, la oxitocina fomenta los lazos sociales y el afecto, mientras que las endorfinas actúan como analgésicos naturales, generando sensaciones de placer y bienestar.

Lo más interesante es que podemos estimular la producción de estas sustancias de manera natural a través de diversas actividades. El ejercicio físico, la meditación, la música, la alimentación equilibrada y el contacto social son algunas de las formas más efectivas de potenciar estas hormonas y mejorar nuestro estado de ánimo. Como señala la Dra. Sophie Mort, aunque el término “hormonas de la felicidad” no es estrictamente científico, su impacto en nuestro bienestar emocional es innegable, y entender cómo funcionan nos permite tomar decisiones conscientes para sentirnos mejor en nuestro día a día.

Las hormonas encargadas de nuestra felicidad

  • Serotonina: clave en la regulación del estado de ánimo, el control del apetito y la calidad del sueño.
  • Dopamina: fundamental para la motivación, la sensación de placer y el sistema de recompensa del cerebro.
  • Endorfinas: actúan como analgésicos naturales, aliviando el dolor y generando una sensación de bienestar y euforia.
  • Oxitocina: apodada la “hormona del amor” por su papel en la creación de vínculos afectivos y la conexión social.

¿Cómo influyen las hormonas de la felicidad?

“Estos neurotransmisores han sido objeto de un intenso debate en los últimos años, aunque a menudo se habla de ellos sin comprender realmente qué son, cómo actúan y por qué resultan fundamentales para nuestro bienestar”, señala la Dra. Sophie Mort.

La dopamina, a menudo llamada “la hormona de la felicidad“, no provoca directamente la felicidad, sino que actúa como un refuerzo motivacional. Su función principal es impulsar la repetición de ciertas actividades placenteras, manteniendo nuestra atención en ellas.

Además de su influencia en el placer y la recompensa, la dopamina también interviene en el control del movimiento y puede activarse en situaciones de estrés extremo. Un ejemplo de esto es su aumento en personas con trastorno de estrés postraumático, como los veteranos de guerra que reviven experiencias traumáticas al escuchar sonidos asociados con la batalla.

¿Cómo estimular la producción de estas hormonas en el día a día?

Existen diversas formas de fomentar naturalmente la liberación de las llamadas “hormonas de la felicidad”:

  • Serotonina: pasar tiempo al sol y realizar actividad física de manera regular.
  • Dopamina: fijarse objetivos, alcanzar metas, disfrutar de la música y desarrollar hobbies.
  • Endorfinas: hacer ejercicio, reír y practicar meditación.
  • Oxitocina: compartir momentos con seres queridos y mantener relaciones íntimas.

Es cierto que la meditación se asocia principalmente con un aumento en las endorfinas. Sin embargo, investigaciones han demostrado que también estimula la producción de serotonina, dopamina y oxitocina, contribuyendo a un mayor bienestar general.

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