Según se van cumpliendo años se va complicando cada vez más mantener el cuerpo y la mente lo más fuertes posible, así como estar bien con una misma. No obstante, hay grandes maneras de conectar y conectarse para poder conseguir todos los objetivos que cada una se proponga. Ya sea de salud, estética o de aquellos que afecten al ámbito mental y a estar bien en ese plano. Y uno de ellos es el yoga, que es un gran aliado para conseguirlo. Y dentro de esta disciplina tan amplia encontramos una opción que nos ayuda sobremanera, la postura del cocodrilo o Makarasana. Esta posición ayuda a rebajar los niveles de estrés y reducir la ansiedad, ya que relaja los músculos y calma los sentidos, y además, es muy fácil de hacer.
Cómo realizar Makarasana (la postura del cocodrilo)
Para incorporar a la rutina la postura del cocodrilo, hay que empezar por sentarse sobre tus rodillas, extendiendo los brazos hasta tocar la colchoneta y colocar lentamente las piernas detrás del cuerpo. Después se bajan las piernas y hay que tocar la colchoneta de yoga. Bajando las caderas, el estómago y el resto de la parte superior de la espalda sobre la colchoneta. A continuación, se cruzan los brazos frente a una misma, formando un apoyo para apoyar la frente.
Los siguientes pasos son opcionales, pero puedes probarse si se está cómoda hasta ahora. Se hacen de la siguiente forma: Coloca las manos a los costados de tu cuerpo y haz que tu frente toque el piso. Estira las piernas y endereza la columna. Libera esta postura y luego regresa con cuidado a la primera postura. Y para llevar la postura del cocodrilo un paso más allá, prueba a seguir todos los pasos de Makarasana, pero levanta la parte superior del cuerpo en lugar de apoyar la frente. Mantén la posición y concéntrate en estirar el cuerpo. Finalmente, baja lentamente el pecho y vuelve a la postura sentada.
Los grandes beneficios de la postura del cocodrilo o Makarasana
Relaja la columna
Practicar la postura del cocodrilo ayuda a contraer y relajar los músculos alrededor del sacro, eliminando bloqueos y estimulando el flujo sanguíneo en los músculos alrededor de la columna. Para lograr la perfección en Makarasana, hay que estirar los hombros y la columna vertebral. Esto aumenta la flexibilidad y alivia la tensión en la columna vertebral.
Mejora el funcionamiento de los órganos abdominales
Otro beneficio esencial de hacer la postura del cocodrilo es impulsar las funciones de los órganos abdominales. La respiración masajea la zona abdominal mientras te recuestas boca abajo en esta postura de yoga, lo que ayuda a que órganos como el bazo, la vejiga urinaria, los intestinos y otros órganos digestivos funcionen de manera eficiente.
Relaja el sistema respiratorio y muscular
Cuando te acuestas boca abajo, la necesidad de oxígeno y circulación sanguínea en varias partes de tu cuerpo disminuye. Por lo tanto, los sistemas respiratorio y circulatorio se relajan. Además, experimentas un funcionamiento muscular completo más tranquilo.
Cura la ansiedad y el insomnio
En esta asana hay que eliminar todos los pensamientos y canalizar tu mente hacia la respiración. Una de sus funciones principales es ayudarte a calmar los nervios, por lo que puede aliviar la ansiedad e incluso contribuir a mejorar tu sueño.
Fortalece el core
Si bien Makarasana puede parecer una postura pasiva, involucra los músculos centrales, y más concretamente los abdominales y la espalda baja, lo que ayuda a fortalecer y tonificar estas zonas del cuerpo con el tiempo, lo que va a reforzar la salud abdominal.
Promueve la claridad mental y estimula la circulación sanguínea
Realizar la postura regularmente ofrece una sensación de calma, lo que acaba por estimular el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, lo que promueve una mejor circulación y lleva oxígeno y nutrientes a los tejidos y órganos.