La importancia de la microbiota en el bienestar intestinal

El ecosistema que constituye la microbiota es necesario para el buen funcionamiento digestivo

La microbiota es un conjunto de microorganismos que residen en nuestro intestino y más allá de él y que juega un papel crucial en nuestra salud y bienestar.

Bacterias, virus, arqueas y hongos forman parte de ese ecosistema y son necesarios para tareas como la digestión y para un buen funcionamiento del intestino.

La doctora Débora Nuevo, especialista en Medicina Interna y responsable de la Unidad de Microbiota de Olympia Quirónsalud, explica que la microbiota intestinal se refiere a la comunidad de microorganismos que habita en nuestro intestino. Según la doctora Nuevo, “alberga unos cien billones de microorganismos de casi 1,000 especies diferentes, con un peso total de aproximadamente 200 gramos”. Estos microbios incluyen bacterias, virus, arqueas y hongos, y desempeñan funciones vitales que van desde la digestión de alimentos hasta la protección contra patógenos.

Débora Nuevo, especialista en Medicina Interna y responsable de la Unidad de Microbiota de Olympia Quirónsalud

La importancia de la microbiota intestinal

La microbiota no solo influye en la digestión, sino que tiene un impacto profundo en nuestra salud general. “Una microbiota variada y equilibrada es fundamental para el correcto funcionamiento del intestino y, por extensión, para la salud general del cuerpo”, destaca la doctora Nuevo. Los microorganismos intestinales actúan como una barrera, protegiendo el intestino de bacterias patógenas y produciendo compuestos esenciales como la vitamina K y las vitaminas del grupo B. Además, estas bacterias beneficiosas secretan bacteriocinas, que actúan como antibióticos naturales, ayudando a mantener un equilibrio saludable en el intestino.

El equilibrio de la microbiota también puede influir en la capacidad de perder peso. Las bacterias intestinales afectan a la liberación de factores neuronales y hormonales que regulan el apetito, así como a la producción de ácidos grasos de cadena corta que aumentan la sensibilidad a la insulina. Este equilibrio es crucial en la prevención de afecciones como la diabetes, la obesidad y el síndrome metabólico.

Cinco síntomas de una microbiota alterada

El desequilibrio en la microbiota, conocido como disbiosis, puede manifestarse de diversas maneras. La doctora Nuevo señala cinco síntomas comunes que pueden indicar una microbiota alterada:

  1. Problemas digestivos: “Síntomas como hinchazón abdominal, intolerancias alimentarias, diarrea o estreñimiento pueden ser signos de una microbiota desequilibrada”, dice la doctora Nuevo. Estos síntomas son a menudo los primeros indicios de que algo no está bien en nuestro intestino.
  2. Alteraciones en la piel: “Condiciones como el acné, la rosácea o algunas dermatitis pueden estar relacionadas con un desequilibrio en la microbiota intestinal”, añade. La relación entre la salud intestinal y la salud de la piel se conoce como el eje intestino-piel, y mantener un equilibrio en la microbiota puede mejorar estos problemas cutáneos.
  3. Dolores de cabeza y cansancio crónico: Un desequilibrio en la microbiota también puede afectar al sistema nervioso, provocando dolores de cabeza recurrentes y una sensación persistente de fatiga. “Esto se debe a la influencia de la microbiota en la liberación de neurotransmisores y factores inflamatorios”, explica la doctora Nuevo.
  4. Infecciones recurrentes: “La microbiota actúa como una barrera defensiva. Un desequilibrio puede hacer que seamos más susceptibles a infecciones recurrentes”, comenta la especialista. Las bacterias beneficiosas ayudan a proteger el cuerpo de invasores externos, y su ausencia puede dejar el sistema inmunológico comprometido.
  5. Problemas en el control del peso: Las alteraciones en la microbiota pueden afectar a la capacidad de regular el peso. “Una microbiota desequilibrada puede influir en la sensación de hambre y en la regulación del metabolismo, lo que puede dificultar la pérdida de peso o contribuir al aumento de peso”, aclara la doctora Nuevo.

Mantener una microbiota equilibrada es esencial para el bienestar general. Una dieta variada, rica en frutas y verduras, junto con un estilo de vida saludable que incluya descanso adecuado, ejercicio y manejo del estrés, son fundamentales para mantener una microbiota sana. En palabras de la doctora Nuevo, “los efectos beneficiosos de mantener hábitos saludables se notan rápidamente, aunque las microbiotas alteradas desde hace años requieren un tratamiento progresivo y personalizado para restaurar su equilibrio”.

La microbiota es un aliado indispensable en nuestra salud, y su cuidado puede tener un impacto profundo en nuestro bienestar a largo plazo.