Una de las enfermedades silenciosas que más daño pueden causar al cuerpo y con las que más complicado es convivir es la insuficiencia cardiaca, que viene a ser, como su propio nombre indica, una afección en la cual el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente. Esto provoca que se presenten síntomas en todo el cuerpo, y complica mucho la vida de sus pacientes. Incluso, en algunos casos más graves puede ser letal, pero sobre todo lleva a sus pacientes a extremar las precauciones y sobre todo les obliga a seguir un tratamiento para tratar de controlarla y que les dificulte lo menos posible la vida diaria y su futuro.
Síntomas de la insuficiencia cardíaca
Posibles causas de la enfermedad
Tipos de insuficiencia cardíaca
Los estadios de la insuficiencia cardiaca tienen un importante valor en su pronóstico, ya que se utilizan como criterio decisivo en la elección del tratamiento, sobre todo de determinadas intervenciones terapéuticas, tanto médicas como quirúrgicas.
Para empezar existen los pacientes que están en estadio 1, que son aquello que tienen riesgo de insuficiencia cardiaca, pero no presentan síntomas. Después aparece el estadio 2, el cuál engloba a pacientes con cardiopatías, pero sin síntomas. En el siguiente ya se empieza a complicar, encontrando el estadio 3, en el que hay pacientes con cardiopatía y con síntomas. Y por último, el estadio 4, el cuál incluye a pacientes con cardiopatía grave y con síntomas.
¿Cómo se trata una insuficiencia cardíaca?
Una vez diagnosticada la insuficiencia cardíaca, es preciso proceder al tratamiento correcto. Y lo primero que se hace es aplicar medidas médico-farmacológicas, pero además las medicinas, se complementa con la rehabilitación, a través del ejercicio físico, que además de ser una medida preventiva, resulta de gran utilidad en los pacientes afectados con este síndrome.