Jennette McCurdy tenía 15 años cuando protagonizó la serie juvenil de Nickelodeon iCarly. De cara a la galería, McCurdy personificaba en esa época el sueño de una estrella adolescente americana. Lo que pocos podían imaginar es que, de puertas para adentro, su vida era un infierno.
Sin embargo, fue en su novela I’m Glad My Mom Died (Me alegro de que mi madre haya muerto), cuando reveló lo que verdaeramente estaba ocurriendo en su vida. Se trata de una autobiografía de título provocativo en la que, mezclando drama y humor, la actriz narra los abusos que sufrió por parte de su difunta madre, Debra. Esta estuvo siempre obsesionada con la fama y el éxito, y controló su carrera durante toda su infancia y adolescencia.
La obra a través de la que contó lo que tanto tiempo había callado
La medre de McCurdy falleció 20 años después de que le diagnosticaran un cáncer de mama. Fue entonces cuando la actriz reconoció algo que no se había atrevido a decir hasta el momento, y lo hizo a modo de novela. El título de su obra decía literalmente que se sentía feliz de que su madre hubiese muerto. Y es que estuvo sometida a tal cantidad de abusos, que esta noticia solo podía significar un nuevo comienzo para ella donde comenzaría a sentir libertad.
Debra, por su parte, puso todo su empeño en convertirla en una estrella: le blanqueó los dientes y le tiñó las pestañas, le buscó agentes y representantes, y controló totalmente su dieta. En la serie de Nickelodeon, el personaje de McCurdy tenía la afición de roer pollo frito. Nada que ver con la actriz que lo interpretaba, una adolescente a la que su madre restringía las calorías y ayudó a volverse anoréxica. Debra pensaba que así retrasaría la pubertad de su hija y que eso la haría conseguir más papeles juveniles.
La estrella de iCarly que sufrió continuamente los abusos de su madre
“Toda mi infancia y adolescencia fui explotada laboralmente”, dijo en una entrevista reciente con The New York Times. McCurdy escribió en su libro detalladamente los abusos que sufrió, tanto a nivel emocional, como sexual y físico, por lo que no es un libro fácil de digerir.
McCurdy vivió completamente para satisfacer los deseos de su madre, la cual abusó tanto de su inocencia como niña que la llevó a padecer de bulimia y anorexia. Algo que su madre justificaba con el fin de conseguir más papeles en series y películas.
Finalmente, cuando esta falleció, la actriz pudo sentir un respiro en su vida. De ahí que finalmente terminara publicando un libro sobre la cruda realidad que vivía todos los días de puertas para adentro. Quizás también con la intención de normalizar y perdonarse a sí misma por sentir felicidad una vez que había muerto su madre.
¿Cómo se lidia con una madre tóxica que abusa de su hijo?
Es muy complejo lidiar con una persona así, más aún si es cercana y tiene autoridad sobre el hijo. Se trata de una situación compleja de la que ciertamente muchas personas no consiguen escapar hasta que llegan a la edad adulta. Es entonces cuando tienes la opción de tomar distancias y establecer un muro entre la toxicidad y tú.
Lo mejor que se puede hacer en estos casos para lidiar con una madre tóxica es establecer una distancia mental y afectiva. Es duro, pero realmente es efectivo. En concreto, se trata de que cuando hables con ella levantes un muro en tu mente, para no dejarte influenciar por los comentarios que ella te haga ni te genere ningún tipo de sentimiento.
Solo así podrás conseguir que esa relación tóxica no te afecte de manera importante y puedas hacer tu vida, desarrollarte como persona, tener relaciones y amigos o llevar a cabo cualquier otro propósito o acción en tu vida que tu madre trate de evitar que hagas.