La mayoría de las veces pensamos que las cosas buenas o malas que nos ocurren dependen de la suerte que tengamos. Una persona con mucha suerte tendrá muchas alegrías en su vida. Sin embargo, una persona con menos, puede percibir que solo le ocurren verdaderas desgracias. Pero, ¿Existe verdaderamente la suerte? ¿Es posible que a unas personas les ocurra solo cosas buenas y a otros cosas malas solo por una cuestión como es el azar? Efectivamente, las posibilidades y el azar son una realidad. A lo largo del día tenemos probabilidades de que nos toque la lotería pero también de que no nos toque. Se dice que cuando la balanza de posibilidades positivas y negativas de una persona se inclinan más hacia la primera, se tratará de alguien con suerte.
Sin embargo, quizá la suerte no lo es todo. Debe de haber algún truco para que a algunas personas les ocurran muchas cosas buenas comparadas con otras. La psicóloga Mariam Rojas Estapé, autora de los libros aclamados por la crítica Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina, destapa la clave que podría esconderse tras las popularmente conocidas como “personas con suerte”.
Formarse y aprender, la clave principal
La psiquiatra Mariam Rojas Estapé defiende que claramente existe el azar. Todas las personas tienen más o menos probabilidades de que le ocurran ciertos sucesos. Hay personas que cuentan que les ha ocurrido una cosa buena tras otra, y sin embargo, ella misma confiesa haber tenido pacientes a los que les sucedía una tragedia tras otra. Sin embargo, existe algo esencial que, aunque no pueda combatir con la fuerza del azar y las probabilidades, sí que puede contribuir a hacer que te oocurran cosas buenas.
Según ella, la clave está en la formación y el aprendizaje, y lo explica con la siguiente frase de Séneca: “La suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidades”. Es decir, la psiquiatra defiende que prepararse, adquirir conocimientos y estudiar abre puertas inimaginables para hacer que nos ocurran cosas buenas, consideradas como de alguien con suerte. ¿El motivo? Dice Estapé, que cuando uno amplía su conocimiento y expande su sabiduría, la capacidad para saber ver las oportunidades y aprovecharlas cambia, aumenta notablemente. “Las oportunidades están. El problema es que no vienen a buscarte”, aclara. Es decir, según esta teoría, cuánto más invirtamos en nosotros mismos, en nuestro aprendizaje, y cuánto más nos formemos, no es que vayamos a tener más suerte, sino que nos tendremos cosas buenas porque habremos sabido ver la oportunidad que se presentó.
Otra clave esencial: pensar en positivo
Rojas señala la clara importancia del optimismo y la ilusión en relación con la suerte. Según ella, se ha podido demostrar científicamente que cuando ponemos positividad a la vida, hay una zona del cerebro, el tronco del encéfalo concretamente, que hace que aquello en lo que piensas con ilusión pueda aparecer cerca. Es decir, puede servir para atraerlo.
Para Mariam Rojas Estapé, la actitud positiva y el optimismo no son solo sensaciones, sino que tienen un fundamento biológico que puede afectar de manera real a la percepción de la realidad. Es decir, que si alguien está ilusionado o espera cosas buenas, el sistema reticular puede ayudar a estar más atentos a las oportunidades y saber aprovecharlas. Si por el contrario solo nos alimentamos de pensamientos negativos, lo más probable sea que no aprovechemos esas oportunidades cuando aparecen o que ni si quiera las veamos.
Actividades como practicar alguna afición que nos motive, hacer deporte, dormirse bien o descansar son esenciales al influir directamente en las capacidades de nuestro cuerpo y nuestra mente.