Perder peso y mantener la línea es uno de los grandes objetivos de todas las personas, que buscando estar más sanas y mejor tanto estética como mentalmente, muchas veces no encuentran la forma de hacerlo y se dejan influenciar por las locuras que se pueden leer o escuchar, más aún en estos momentos en los que las redes sociales tienen tanta relevancia. Porque sí, perder grasa y cuidarse es vital, pero la clave es hacerlo sin meter en un problema a la salud y con mucha cabeza, sin escuchar más de la cuenta a teorías que perjudican más que ayudar.
Respecto a a la gran cantidad de mitos existentes acerca de la alimentación o dietas milagro existe un concepto claro y necesario para adelgazar: el déficit calórico. Esto hace referencia a la necesidad de ingerir menos calorías de las que gastamos, algo que se puede lograr restringiendo la alimentación o aumentando el gasto como en el caso del deporte. Porque al final, pese a todo lo que se iga, esa es la única forma de perder peso, gastando más de lo que ingerimos. Ni dietas milagro, ni estrategias como el ayuno intermitente, ni nada por el estilo, solo déficit.
Está claro que todas estas nos pueden ayudar a llegar a él, pero el objetivo no es otro que, además de perder peso, encontrar la forma de que podamos compensarlo e instaurar en nuestra vida unos hábitos saludables. Y claro está, no podemos dejarnos influenciar por mitos como el que vamos a repasar,
¿Engorda beber agua comiendo?
Dentro de los muchísimos mitos mencionados sobre la nutrición y la pérdida de peso hay uno que destaca por encima del resto, y no es otro que el de que beber mientras comemos tiene una consecuencia negativa sobre nuestro peso, es decir, que engorda. Y no es algo pequeño que haya sido una pequeña corriente, si no que por muy normalizado que esté no existe evidencia científica de que esto ocurra.
Solamente el déficit calórico o superávit predomina en todos los casos, y al no ser el agua una sustancia que tenga ninguna caloría, pues no afecta no lo más mínimo. Es decir, no resulta dañino beber agua durante las comidas aunque sí puede llegar a lastimar nuestro organismo si lo hacemos sin pausa y en cantidades excesivas, pero eso es como si cualquier bebida se ingiera de la misma forma, no tiene que ver con el momento ni lógicamente, con el peso que nos sume.
La hidratación es necesaria
Es más, puede ser incluso beneficioso, ya que beber algún vaso mientras realizamos una comida sí podría facilitar el acto de tragarla o la disolución de sus nutrientes y, además, la digestión. Incluso, se ha llegado a poner en duda ingerir agua antes o después de comer algo que como en el caso anterior es indiferente si lo hacemos con moderación y cabeza. Porque el agua es buena en todo momento, ya que la hidratación es necesaria para mantenernos sanos y para muchas de las funciones vitales del cuerpo.
Cabe destacar, que una ingesta de agua en las comidas sí nos puede dar la sensación de estar llenos. Por ello, algunas personas prefieren dejarlo para el final y así acabar todo el plato. Incluso, algunos nutricionistas usan esta estrategia para evitar que en poco rato tengamos más haber. No obstante, beber dentro de las comidas no representa problema alguno para la mayoría de personas.