Ante la llegada del frío la piel puede llegar a resentirse, especialmente las zonas más sensibles como las manos y los labios, que suelen ser las partes del cuerpo que más suelen deshidratarse en invierno al estar expuestas. En el caso de los labios, es frecuente que se corten, por lo que es muy importante hidratarlos y evitar gestos como humedecerlos continuamente con la lengua.
Aunque parezca que los labios cortados es algo intrínseco del invierno, la realidad es que es posible mantenerlos suaves, hidratados y flexibles también en esta época del año. Los dermatólogos aconsejan como norma básica hidratarlos mucho y evitar humedecerlos constantemente. No obstante, te contamos cuál es el consejo infalible para evitar la aparición de grietas en los labios.
Beber mucha agua: el truco infalible para prevenir la aparición de grietas
Unos labios deshidratados pueden ser símbolo de insuficiencia de líquidos en nuestro organismo. Por ello, beber suficiente agua a lo largo del día es de vital importancia si queremos prevenir la aparición de estas heridas en los labios.
También es esencial el uso de protectores labiales hidratantes con factor solar, al menos de 15. Se trata de un componente muy importante ya que creará una barrera protectora que te ayudará a mantener los labios suaves y evitar que se quemen tanto por el viento como por el sol. También debes de evitar utilizar productos irritantes como labiales con demasiados químicos, mates o permanentes, que solo te producirán mayor número de grietas en tus labios.
¿Qué vitamina me falta si tengo los labios agrietados?
La vaselina y la miel, otras alternativas de lo más eficaces
Exfoliar suavemente los labios
Una exfoliación ligera puede ayudar a eliminar las impurezas de los labios. Puedes hacer una exfoliación suave una vez a la semana para eliminar las células muertas y mejorar la circulación en los labios. Utiliza un exfoliante suave o haz uno casero con azúcar y aceite de oliva.
No obstante nunca se deben exfoliar si los labios están muy agrietados: Si tienes fisuras profundas, es mejor esperar hasta que los labios se curen un poco antes de intentar exfoliar.
Si después de aplicar estos tratamientos tus labios siguen agrietados, rojos o doloridos, es recomendable consultar a un dermatólogo. Puede ser señal de una afección subyacente, como una dermatitis o una infección por hongos, que requiera tratamiento médico.