Según pasan los años nos vamos dando cuenta de lo complicado que es mantener en forma según la edad, y que poco a poco estamos cada vez más lejos de seguir siendo esos jóvenes lozanos y con unos cuerpos de revista. Sin embargo, aunque las ganas disminuyan con el paso de los años, sobre todo cuando el estrés del trabajo y la facilidad ganan peso sobre el resto de las partes de la vida, si somos capaces de lograr una rutina de deporte nos vamos a sentir muy realizados, a la ves de darnos cuenta de que no estamos tan lejos de conseguir nuestros objetivos.
Como en todo, hay partes del cuerpo que acusan más el paso del tiempo y son más sensibles a él a lo que les pueda generar eso, por ejemplo los brazos. Porque sí, según el DNI suma años la piel de esta zona se vuelve más blanda y flácida, generando unas bolsas que no suelen ser del agrado del que las tiene, aunque hay formas de controlarlas y disminuir al mínimo esa molesta flacidez. Una de las mejores opciones, tal y como desvelan los expertos en el cuidado del cuerpo, son las flexiones.
Las flexiones, el arma perfecta para combatir la flacidez en los brazos
Las flexiones o push-up son el ejercicio más destacado para conseguir tonificar los brazos, pero no son los únicos que ayudan a lograrlo. Otros perfectos son, el plank o plancha y los mountain climbers o escaladores, donde activamos todo el sistema cardiovascular, trabajamos el core y se implican músculos de todo el cuerpo, además de claro, atacar a nuestra zona de interés. Pero a la hora de quedarse con uno, el más útil son las flexiones o push-ups.
Porque según expertos en la materia, aunque a menudo se asocian con el trabajo de los brazos y el pecho, es esencial destacar su impacto en los hombros y la parte superior del cuerpo”. Esto significa que además de moldear tus brazos, tonificarás también la parte superior del cuerpo.
Cómo hacer las flexiones correctamente
La teoría indica que “la técnica adecuada se centra en llevar el pecho hacia el suelo mientras mantienes el cuerpo en una posición uniforme. Hay que evitar hundir la espalda o elevar la cadera. Además, es crucial que los codos apunten hacia atrás, sin sobrepasar la línea de los hombros, para minimizar el riesgo de lesiones”.
Aunque eso sí, hay otro opción, y es que si te resulta difícil hacer este tipo de push-ups, la entrenadora recomienda apoyar las rodillas en el suelo o ampliar la separación de los pies. “Esto te permitirá adaptar el ejercicio a tu nivel de condición física y progresar gradualmente”.
Además de hacer push-ups en casa siempre que quieras (haz los que puedas cada vez y ve aumentando repeticiones, por ejemplo, 3 series de 8-10 repeticiones para aumentar luego a 15-20), pero aunque está el ejercicio en casa es bueno, pero siempre debe ir acompañado de una rutina en un centro deportivo. Porque los profesionales de él te pueden aconsejar y sobre todo casi siempre habrá más materiales y opciones que hagan más efectivo el trabajo.