La memoria es una facultad mental que nos permite reconocer, almacenar y evocar sentimientos, ideas, imágenes, experiencias… Nos hacer saber quiénes somos en base a todo aquello que hemos vivido y es el fundamento de nuestras relaciones personales.
La “fortaleza” a la que hacía referencia Napoleón I queda totalmente desprotegida y “sin guarnición” cuando paulatinamente y a consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa cerebral empezamos a no ser capaces de recordar eventos o conversaciones recientes, empezamos a no ser capaces de reconocer y recordar nombres y caras de personas de nuestro entorno familiar y social.
El pasado 21 de septiembre fue el Día Mundial del Alzheimer. Desde 1994 la Organización Mundial de la Salud estableció esta fecha con el objetivo de difundir información sobre esta enfermedad para generar mayor conocimiento de la misma.
Las mujeres y los 40.000 casos anuales
El Alzheimer está considerado como la verdadera epidemia del siglo XXI, diagnosticándose aproximadamente 40.000 casos cada año en nuestro país.
Esta enfermedad tiene mayor impacto entre las mujeres y siempre se ha atribuido a la mayor longevidad del sexo femenino aunque los avances científicos demuestran que existen otros condicionantes.
Investigaciones recientes consideran que la mayor incidencia del Alzheimer en las mujeres puede deberse a una combinación de factores como la mayor vulnerabilidad a la acumulación de la proteína tau, exposición a los estrógenos y factores de riesgo cardiovascular (datos del centro de investigación BarcelonaBeta Brain Research Center).
Otros estudios sobre los factores de riesgo del Alzheimer en mujeres se han enfocado en la menopausia los cuales relacionan el descenso de niveles de estrógenos durante esta etapa con una mayor tendencia al desarrollo de Alzheimer.
Frente a esta situación cabe decir que España destaca a escala mundial por el porcentaje comparativo de mujeres investigadoras en la materia tratada, 47% en demencias y 46% en Alzheimer, ocupando la segunda posición entre los países que investigan esta enfermedad.
Ciudades como Barcelona y Madrid ocupan las primeras posiciones en presencia de mujeres investigadoras en estas áreas. (BarcelonaBeta Brain Research Center).
Los casos sin diagnosticar
Por desgracia en nuestro país sigue habiendo un 80% de casos sin diagnosticar lo cual impide tratar de forma temprana el deterioro cognitivo derivado de esta enfermedad y retrasa al acceso a un tratamiento farmacológico que ayudaría a ralentizar las conductas derivadas del Alzheimer.
Es necesario el desarrollo de políticas sanitarias que garanticen un diagnostico adecuado y que deriven en aquellos tratamientos que tengan como fin atenuar los síntomas tempranos del Alzheimer y apoyar y acompañar a quienes sufren esta enfermedad . De la misma manera, se deberían de establecer las ayudas consecuentes para aquellas personas que tienen y tendrán que estar al frente de los cuidados y atenciones de sus seres queridos afectados por esta enfermedad.
Al margen de comentar la mayor prevalencia de la enfermedad del Alzheimer entre las mujeres, creo necesario destacar que somos las mujeres quienes mayoritariamente asumimos el rol de persona cuidadora cuando la enfermedad por Alzheimer es un miembro de nuestra familia.