El desarrollo de los niños pequeños, de entre 3 y 5 años, es muy importante, ya que es una edad en la que empiezan a formarse y cualquier problema puede ser acusado en el futuro. Por eso mismo hay que buscar las formas de que sea todo correcto, y una de ellas es mediante el deporte. Pero si hay una actividad que destaque por encima de todas, esa es la natación, que ayuda a los niños a estar sanos y a divertirse, además de generar muchísimos beneficios añadidos.
Objetivos que se buscan con la natación en niños pequeños
Los principales objetivos que se buscan con la natación en niños pequeños es facilitar una habituación al medio, para reforzar la educación de la respiración, así como favorecer una regulación del tono corporal y desarrollar el ajuste y control postural. Todo esto se hace para contribuir a la estructuración espacio-temporal y para desarrollar conductas perceptivas con objetos. Además de para favorecer la proyección hacia los demás y su adaptación social y capacidad expresiva.
Facilitar una habituación al medio
Se busca generar la capacidad de adaptación al medio y a la actividad en general. Así como las sensaciones al agua gracias a juegos en grupo Además de manejarse con el contacto del agua en la cara, ya sea en posición ventral sobre colchoneta, o salpicándose unos a otros. Todo para favorecer el proceso de formación del esquema corporal, la construcción del propio cuerpo a través de la representación construcción de la imagen del cuerpo, sus partes y segmentos, así como las capacidades de movimiento.
La educación de la respiración
Se inicia sobre un trabajo de conciencia de la respiración, de las fases y ritmos, y luego favoreciendo su capacidad de regulación y control en distintas posiciones. Se puede recurrir a juegos como soplar con tubos, empujar, soplando pelotas de pingpong, hacer burbujas. Más tarde, la práctica de ritmos respiratorios en el agua.
La regulación del tono corporal
Se usan actividades motrices y posturales que fijan la actitud, preparan el movimiento, sustentan el gesto, mantienen la estática y el equilibrio. El objetivo es la contracción muscular del niño/a. Primero reforzar los objetivos anteriores y haber conseguido una relación positiva afectiva con el niño que facilite soltura y confianza, y disponer de una buena temperatura del agua. La voz, el contacto a través del masaje, la estimulación ante la presencia de objetos… pueden ayudarnos a conseguirla.
Desarrollar el control y ajuste corporal
Se logra a través de la adopción de posiciones funcionales que aseguren el equilibrio. Esto será importante, para el control del cuerpo en el espacio y por tanto, establecer las relaciones con el entorno y los demás. Generamos el equilibrio estacionario a través de descompensaciones, de forma dinámica: con desplazamientos en el agua, a través de saltos, por circuitos de entrada en el agua y en juegos en tapices.
La estructuración espacio-temporal
Primero se plantea la interacción del niño con el entorno, que supondrá una proyección del niño al exterior y será algo fundamental para el objetivo de relación. La estructuración temporal será la adquisición de la noción del orden y duración, a partir de esto entrará en juego la noción del ritmo. Todo eso usando juegos de cambio de posiciones sobre una colchoneta, giros y cambios de posición en el agua, desplazamientos con y sin ayuda del monitor, cambios de dirección y sentido,
Desarrollar conductas perceptivas con objetos
A través de conductas manipulativas y exploratorias que le prepararán para futuros aprendizajes. Así como manipular y experimentar con objetos mediante tapices, favorecer la proyección hacia los demás. Consiste en favorecer la capacidad de la relación del alumno respecto a los demás, estableciendo el contacto a través del cuerpo.