El 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Fertilidad. Una fecha establecida para aumentar la conciencia sobre la importancia de la salud reproductiva y proporcionar información valiosa a quienes buscan concebir. La fertilidad es un aspecto crucial del bienestar humano, y mantenerla en óptimas condiciones requiere una combinación de hábitos saludables, conocimiento médico y, en algunos casos, intervenciones especializadas.
Importancia del Día Mundial de la Fertilidad
El Día Mundial de la Fertilidad es una iniciativa que busca destacar la importancia de la salud reproductiva en el contexto global. Este día es una oportunidad para abordar los desafíos que enfrentan muchas parejas al intentar concebir y para derribar tabúes y estigmas asociados con la infertilidad. Además, promueve la educación sobre métodos de prevención y tratamiento, ayudando a millones de personas a tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva.
Consejos para cuidar la fertilidad
La inseminación artificial de un óvulo (EFE)
- Mantener una dieta equilibrada: Una alimentación saludable es fundamental para mantener la fertilidad. Para las mujeres, consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa puede mejorar la ovulación y la salud reproductiva en general. Los hombres también se benefician de una dieta equilibrada, ya que los nutrientes como el zinc, el selenio y las vitaminas C y E son esenciales para la producción de esperma de calidad.
- Alimentos recomendados: Ácidos grasos omega-3 (presentes en pescados grasos como el salmón y la caballa, así como en semillas de chía y nueces), antioxidantes (frutas y verduras ricas en antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede afectar la fertilidad) y proteínas magras (carnes blancas, pescado, huevos y legumbres son fuentes excelentes de proteínas esenciales).
- Mantener un peso saludable: El peso corporal juega un papel crucial en la fertilidad. Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden interferir con la ovulación y la producción de esperma. Es importante mantener un índice de masa corporal (IMC) dentro del rango saludable, que suele estar entre 18.5 y 24.9. La obesidad puede provocar desequilibrios hormonales y problemas de ovulación en las mujeres, mientras que en los hombres puede afectar la calidad del esperma.
- Evitar el tabaco y el alcohol: El consumo de tabaco y alcohol tiene un impacto negativo significativo en la fertilidad. Fumar afecta la calidad del esperma y puede provocar desequilibrios hormonales en las mujeres, mientras que el alcohol puede interferir con la ovulación y la producción de esperma. Evitar estas sustancias o reducir su consumo es esencial para quienes buscan concebir.
- Gestionar el estrés: El estrés crónico puede tener efectos adversos sobre la fertilidad al alterar los niveles hormonales y afectar la ovulación en las mujeres y la producción de esperma en los hombres. Técnicas de gestión del estrés como el yoga, la meditación, la terapia y el ejercicio regular pueden ser muy beneficiosas para mantener un equilibrio emocional y hormonal.
- Practicar ejercicio regular: El ejercicio regular es fundamental para mantener la salud general y la fertilidad. Sin embargo, es importante encontrar un equilibrio, ya que tanto la falta de actividad física como el ejercicio excesivo pueden afectar la fertilidad. Se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad moderada a la semana, combinando ejercicios cardiovasculares con entrenamiento de fuerza.
- Realizar chequeos médicos regulares: Las visitas regulares al médico son cruciales para detectar y tratar cualquier problema de salud que pueda afectar la fertilidad. Las mujeres deben realizarse exámenes ginecológicos anuales y consultas prenatales si están intentando concebir. Los hombres también deben someterse a evaluaciones médicas para asegurar que no haya problemas subyacentes que puedan afectar la calidad del esperma.
- Considerar la edad: La edad es un factor importante en la fertilidad. La capacidad reproductiva de las mujeres disminuye significativamente después de los 35 años, mientras que en los hombres la calidad del esperma puede empezar a deteriorarse a partir de los 40. Si se está considerando tener hijos, es recomendable hacerlo en la edad fértil óptima, aunque también existen tratamientos de fertilidad que pueden ayudar a quienes desean concebir en etapas más avanzadas de la vida.
Avances y tratamientos en fertilidad
Con los avances en la medicina reproductiva, hoy en día existen numerosas opciones para las parejas que enfrentan problemas de fertilidad. Entre los tratamientos más comunes se encuentran:
- Técnicas de reproducción asistida (TRA): Incluyen la inseminación intrauterina (IIU) y la fertilización in vitro (FIV), que han ayudado a millones de parejas a concebir.
- Medicamentos para la fertilidad: Fármacos como el clomifeno y la gonadotropina pueden estimular la ovulación en las mujeres y mejorar la producción de esperma en los hombres.
- Cirugía: En algunos casos, procedimientos quirúrgicos pueden corregir problemas físicos que afectan la fertilidad, como la obstrucción de las trompas de Falopio o el varicocele en los hombres.
- Donación de óvulos y esperma: Es una opción para quienes no pueden concebir con sus propios gametos, proporcionando una alternativa viable para formar una familia.