Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 17,9 millones de personas fallecieron en 2019 como consecuencia de una enfermedad cardiovascular, lo que representa el 32% de todas las muertes a escala mundial. De estas, el 85% se debieron a infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Más de tres cuartas partes de las muertes ocasionadas por estas enfermedades se dan en países de ingreso bajo y mediano.
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden prevenirse si se abordan los factores de riesgo conductuales y ambientales, como el consumo de tabaco, una alimentación poco saludable, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol y la contaminación atmosférica. Es fundamental detectar estas enfermedades lo antes posible para iniciar un tratamiento adecuado.
¿Cómo prevenir enfermedades cardiovasculares en niños?
“Nos preocupamos por el corazón cuando ya somos adultos o tras haber sufrido un susto, como un infarto, pero la infancia y la adolescencia son las fases más importantes para el control y la prevención de las enfermedades cardiovasculares”, explica la doctora Marta López, especialista en cardiología infantil en el Hospital Quirónsalud Zaragoza. La hipertensión arterial, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, la hipercolesterolemia o la diabetes mellitus están directamente relacionados con el estilo de vida de cada persona. Por ello, es fundamental inculcar hábitos saludables desde una edad temprana.
Desde la Unidad de Pediatría y Cardiología Pediátrica de Quirónsalud Zaragoza se promueven estos hábitos saludables, adaptándolos a la edad de cada paciente, antecedentes familiares y la posible presencia de patologías.
La doctora López resalta que el ejercicio físico es uno de los pilares fundamentales para prevenir enfermedades cardiovasculares. “En España, el 12% de los niños entre 5 y 14 años no realiza ninguna actividad física. Este porcentaje se eleva hasta el 45% entre los jóvenes de 15 a 24 años”, destaca. En este sentido, es esencial que el ejercicio se integre en la vida diaria de los niños.
Cuidados a tener en cuenta
Actividad física a todas las edades
La actividad física debe adecuarse a la edad de los niños. Según la doctora López, en la primera infancia, es suficiente con el juego libre y el movimiento natural del niño, creando espacios donde pueda moverse con seguridad. Para aquellos que todavía no caminan, se recomienda que tengan oportunidades de moverse, como al alcanzar objetos o gatear. A medida que crecen y empiezan a andar, se recomienda al menos tres horas de actividad física diaria de intensidad variable, tanto en interiores como al aire libre.
A partir de los seis años, es necesario realizar al menos una hora diaria de ejercicio con intensidad moderada o intensa. La mayor parte de esta actividad debe ser aeróbica, como correr, nadar o montar en bicicleta. Además, se sugiere dedicar de 2 a 3 días a la semana al fortalecimiento muscular y óseo mediante actividades como la gimnasia, la escalada o los estiramientos. Los deportes colectivos, que fomentan la diversión y el trabajo en equipo, son especialmente recomendables a partir de esta edad.
Alimentación saludable y limitación de pantallas
Una correcta alimentación es clave para mantener una buena salud cardiovascular. La doctora López recalca la importancia de limitar el consumo de productos con azúcares añadidos, grasas saturadas y exceso de sal, que se encuentran en alimentos como pizzas, patatas fritas, comida rápida, refrescos y bollería. Varios estudios han demostrado que los hábitos alimenticios adquiridos en la infancia tienden a mantenerse en la edad adulta, por lo que inculcar una dieta saludable desde pequeños es crucial para prevenir problemas de corazón en el futuro.
Además, es necesario reducir el tiempo que los niños pasan frente a pantallas (televisión, ordenadores, móviles, etc.), ya que existe una relación directa entre este sedentarismo y el riesgo de sobrepeso, uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
Otros hábitos saludables
Evitar el tabaquismo es otra de las recomendaciones clave para prevenir problemas de salud cardiovascular. “Es importante que los niños no estén expuestos al humo del tabaco“, subraya la doctora López. Asimismo, aquellos que ya han adquirido este hábito deben ser alentados a dejarlo cuanto antes para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones a largo plazo.
Finalmente, la doctora recomienda incorporar pequeñas rutinas saludables en la vida cotidiana, como caminar al colegio en lugar de usar transporte o subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor. Estos sencillos gestos ayudan a mantener un corazón sano y a crear una base sólida de bienestar para la vida adulta.