Uno de los mayores miedos de todas las embarazadas es el parto, ya que nunca se está del todo preparado para él, pero está en las manos de cada mujer el sentirse lo más cómoda posible, usando simplemente una serie de entrenamientos que pueden ayudar. Y es que si se ejercita de la forma correcta, puede dar a su propio cuerpo las armas necesarias para estar lista para el momento de dar a luz, evitando problemas varios y muchos más dolores de los que debería soportar una embarazada.
Ejercicios que hacer durante el embarazo y ayudan en el parto
Ejercicios Kegel
Los ejercicios Kegel son pequeñas contracciones internas en los músculos del suelo pélvico que soportan la uretra, la vejiga, el útero y el recto. Y son muy útiles debido a que fortalecer los músculos de tu suelo pélvico mejora la circulación del área rectal y vaginal, y ayuda a mantener a raya las hemorroides. Y en los peores caso, ayuda a recuperarse mejor después de una episiotomía o un desgarro, si se produjera durante el parto.
Incluso hay alguna evidencia que sugiere que tener unos músculos del suelo pélvico fuertes puede acortar la duración del parto. Se pueden hacer ejercicios Kegel en cualquier lugar, sentada frente al ordenador, mirando la televisión o incluso esperando el transporte público. A continuación te explicamos cómo hacerlos:
Se pueden hacer apretando los músculos alrededor de la vagina como si se estuviera intentando interrumpir el flujo de orina cuando va al baño. También sirve aguantar hasta contar cuatro y luego relajarlos. Hay que repetir diez veces, eso se intenta hacer tres o cuatro series alrededor de tres veces al día.
Movimiento pélvico
Hay una variación del movimiento pélvico, que se hace con las rodillas y las manos en el suelo, y que fortalece los músculos abdominales y alivia el dolor durante el embarazo y el parto. Se lleva a cabo con las rodillas y las manos en el suelo, con las piernas separadas hasta la medida de las caderas y los brazos separados a la distancia entre los hombros. Se mantienen los brazos estirados, pero no se encajan los codos en la posición recta.
Y a medida que respira, se tensan los músculos abdominales y los de los glúteos y se hace un arco hacia arriba con tu espalda. En esa posición se relaja la espalda en una posición neutral a medida que exhala. Y hay que repetirlo a buen ritmo, siguiendo el ritmo de tu respiración.
Agacharse
Puede que no sea la postura más elegante, pero agacharse es una forma demostrada a través de los siglos de prepararse para el parto y para dar a luz. Este ejercicio fortalece los músculos y te ayuda a abrir la pelvis.
Hay que levantarse mirando hacia la parte de atrás de una silla, con los pies ligeramente más separados que el ancho de las caderas y con los dedos de los pies apuntando hacia afuera. Y apoyándose en la parte de atrás de la silla para obtener apoyo.
Una vez ahí, se contraen los músculos abdominales, elevando el pecho y relajando los hombros. Luego se baja el coxis como si se estuviera sentando en una silla. Y la mayor parte de tu peso debe estar hacia los talones. Una vez ahí, se respira hondo y después se exhala, empujando con las piernas para elevarse a una posición de sentada.
La postura del sastre o zapatero
Esta posición te puede ayudar a abrir la pelvis y a relajar las articulaciones de la caderas en preparación para el parto. También puede mejorar la postura y relajar la tensión en la parte baja de la espalda.
Se lleva a cabo sentándose recta contra una pared, con las plantas de los pies tocándose una con la otra, y presionando las rodillas con suavidad hacia abajo y lejos la una de la otra, pero no sin forzarlas. Hay que manterse en esta posición tanto tiempo como sea cómodo.