El atún en lata es un alimento popular y práctico, reconocido por su alto contenido proteico y sus beneficios nutricionales. Sin embargo, su consumo debe ser moderado debido a la presencia de metilmercurio, un contaminante natural que puede tener efectos perjudiciales en la salud si se ingiere en cantidades excesivas. La ciencia ha proporcionado directrices claras sobre la cantidad máxima de atún en lata que se puede consumir de forma segura cada semana.
¿Qué es el metilmercurio en el atún?
El metilmercurio es un tipo de mercurio orgánico que se encuentra comúnmente en los productos del mar. Este compuesto puede acumularse en el organismo humano, causando potenciales problemas de salud. Especialmente, a largo plazo. Entre los efectos adversos del metilmercurio se encuentran los siguientes:
- Daños en el sistema nervioso central y periférico
- Problemas en el desarrollo neurológico en fetos y niños pequeños
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares
¿Cuánto atún en lata debes consumir?
De acuerdo con las investigaciones científicas, un adulto promedio, cuyo peso es de aproximadamente 70 kg, puede consumir hasta 91 microgramos de metilmercurio por semana sin incurrir en riesgos significativos para la salud. Traducido a términos de consumo de atún en lata, esto equivale aproximadamente a unas 6-7 latas pequeñas o 4 latas grandes de atún a la semana.
Para minimizar los riesgos asociados con el consumo de metilmercurio, los expertos recomiendan no depender exclusivamente del atún en lata como fuente principal de proteína en la dieta. En su lugar, es aconsejable alternar el consumo de atún con otros pescados y mariscos que tengan niveles más bajos de mercurio, como el salmón, las sardinas y la trucha. Además, incorporar una variedad de alimentos ricos en proteínas como legumbres, carnes blancas y frutos secos puede contribuir a una dieta más equilibrada y saludable.
¿Qué grupos son más vulnerables al metilmercurio?
Ciertos grupos de población son particularmente vulnerables a los efectos del metilmercurio y deben tener especial cuidado con el consumo de atún en lata. Las mujeres embarazadas y lactantes, así como los niños pequeños, están en mayor riesgo debido a los efectos neurotóxicos del mercurio en el desarrollo cerebral. Para estos grupos, las autoridades sanitarias suelen recomendar limitar el consumo de atún y otros pescados con alto contenido de mercurio a una o dos porciones al mes.
A pesar de las preocupaciones sobre el mercurio, el atún en lata sigue siendo una excelente fuente de nutrientes esenciales. Es rico en ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud cardiovascular, y proporciona una buena cantidad de vitaminas y minerales, incluyendo vitamina D y selenio. La clave está en el equilibrio y la moderación.