El dolor en el pecho es un síntoma que genera gran preocupación en la población general, dado su potencial vínculo con afecciones cardíacas graves. Sin embargo, este malestar puede tener múltiples orígenes. Y no todos necesariamente peligrosos. Este artículo pretende ofrecer una guía clara y detallada sobre cuándo es imprescindible buscar atención médica urgente ante la presencia de dolor en el pecho, cómo distinguir entre los diferentes tipos de dolor y qué condiciones pueden ser responsables de este síntoma.
Cómo identificar cuando un dolor en el pecho es grave
El dolor en el pecho puede variar considerablemente en su naturaleza, intensidad y duración. A continuación, se presentan los criterios que deben considerarse para determinar la gravedad del dolor y la necesidad de atención hospitalaria inmediata.
- Intensidad y duración del dolor: Un dolor en el pecho que se presenta de forma súbita y con gran intensidad es un signo de alarma. Especialmente si este dolor dura más de unos pocos minutos y no cede con el reposo. Los pacientes describen comúnmente el dolor anginoso como una sensación de presión, opresión o peso en el centro del pecho.
- Dolor irradiado: El dolor que se irradia hacia otras partes del cuerpo, como el brazo izquierdo, la mandíbula, el cuello o la espalda, debe ser considerado seriamente. Esta característica es típica de los problemas cardíacos, como el infarto de miocardio.
- Síntomas acompañantes: La presencia de síntomas adicionales puede ayudar a identificar la gravedad del dolor en el pecho. Entre los síntomas preocupantes se incluyen la dificultad para respirar, la sudoración profusa, las náuseas, el vómito, el mareo o el desmayo. Estos síntomas, combinados con el dolor en el pecho, son indicativos de una emergencia médica.
- Factores de riesgo: Las personas con antecedentes de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, tabaquismo o hipercolesterolemia tienen un mayor riesgo de sufrir un evento cardíaco. Por lo tanto, deben ser especialmente vigilantes ante cualquier dolor pectoral.
Entonces, ¿qué puede ser en realidad?
El dolor en el pecho no siempre está relacionado con problemas cardíacos. A continuación, se exploran diversas causas posibles de este síntoma.
Causas cardiacas
- Infarto de miocardio: Es la causa más temida del dolor en el pecho. Ocurre cuando una arteria coronaria se bloquea, impidiendo el flujo sanguíneo al corazón.
- Angina de pecho: Se presenta como un dolor transitorio debido a la reducción del flujo sanguíneo al corazón. Es menos grave que un infarto pero puede ser un signo de advertencia.
Causas pulmonares
- Embolia pulmonar: Es un coágulo en los pulmones que puede causar un dolor agudo y repentino, acompañado de dificultad para respirar.
- Neumonía: La inflamación de los pulmones puede causar dolor en el pecho, especialmente al respirar profundamente o toser.
- Neumotórax: Ocurre cuando hay aire en el espacio pleural, lo que puede provocar un dolor súbito y agudo en el pecho.
Causas gastrointestinales
- Reflujo gastroesofágico (ERGE): El ácido del estómago puede retroceder hacia el esófago, causando una sensación de ardor conocida como acidez, que a veces se confunde con el dolor cardíaco.
- Espasmo esofágico: Las contracciones irregulares del esófago pueden causar un dolor intenso similar al de un ataque cardíaco.
- Úlceras gástricas: Las heridas abiertas en el revestimiento del estómago pueden causar dolor que a menudo se confunde con problemas cardíacos.
Causas musculoesqueléticas
- Costocondritis: Es la inflamación del cartílago que conecta una costilla con el esternón, y puede causar un dolor agudo y sensible al tacto.
- Lesiones musculares: Una lesión o sobrecarga muscular en el pecho puede causar dolor que se agrava con el movimiento o la palpación.
Causas psicológicas
- Ataques de pánico: Los episodios de intensa ansiedad pueden provocar dolor en el pecho, acompañados de síntomas como palpitaciones, sudoración y miedo intenso.
- Estrés y ansiedad: El estrés crónico puede manifestarse en dolores físicos, incluyendo el dolor en el pecho.