El deporte es una herramienta vital para mantenerse sano, y por tanto, cada vez son más los adeptos a practicarlo, independientemente del nivel, el tipo o la forma, lo importante es hacerlo, aunque dependiendo de la época del año se complica. En este caso, una de las más complicadas es el verano, ya que suben mucho los grados centígrados, y según en qué hora el día es conveniente no arriesgarse a sufrir algún problema. Por eso mismo, hay que tener cuidado con como se actúa en esos momentos, y saber perfectamente a que hora hay que entrenar. Y en caso de que haya que hacerlo, por algún tema de fuerza mayor, en una hora a la que no sería recomendable, hay algunas herramientas que nos pueden ayudar a sobrevivir a este hecho. Así que vamos a repasar las mejores horas y algunas consejos para sobrevivir a los entrenamientos veraniegos.
La mejor hora para entrenar en verano
En verano, las mejor horas para hacer deporte son aquellas en las que las temperaturas son más bajas; y estas suelen ser las que están a primera hora de la mañana o al final de la tarde cuando el sol ya empieza a retirarse. Eso sí, no es buena idea adentrarse en la noche demasiado en la noche, porque aunque las temperaturas sean más frescas, llevar a cabo el ejercicio demasiado tarde puede hacer que aparezcan problemas para dormir.
Variar las rutinas para entrenar sin riesgo
Además del deporte, en los meses más calurosos del año es muy importante varias los hábitos de entrenamiento para hacerlos compatibles con las altas temperaturas. Es preferible realizar la actividad física en periodos de tiempo más cortos, considerar si puede ser adecuado hacerlos más suaves y optimizar los tiempos de sueño y descanso, para poder sobrellevarlos mejor.
Extremar la protección
Si hace deporte expuesto al sol durante es vital utilizar cremas de protección solar, y casi tan importante como usarlas es que estas tengan el factor de protección adecuado y que se adecuen al tipo de piel de cada persona. Además, siempre es preferible utilizar una gorra o visera durante el deporte, además de gafas de sol y tejidos ligeros en tus ropas. En caso de tener el pelo largo, también favorece la bajada de temperatura recogiéndolo en una coleta o trenza para aliviar la sensación de calor en la nuca.
La alimentación, clave
Si hay algo muy importante de cara a entrenar en esta época del años es sin duda hidratarse, que es fundamental para no tener contratiempos en la actividad física. Hay que beber mucha agua, y también ayuda mucho incluir fruta en la dieta para no perder líquidos en ningún momento del entrenamiento. No hay que esperar a tener sensación de sed para refrescarse. Además, es conveniente adaptar la dieta, aprovechando más las ensaladas y los batidos para no sobrecargar las digestiones, y así estar siempre alimentado e hidratado convenientemente.
Cuidar el lugar donde entrenar
En caso de estar en la zona costera, la playa puede ser un gran aliado para refrescarte. Si por el es una zona interior, la opción sería ejercitarse en las cercanías de algún río u otra zona acuática. El objetivo de esto es que en los momentos de mayor calor se pueda tener acceso a un lugar en el que mojarse y bajar la temperatura corporal tan rápido como sea posible.