El cuerpo humano es una máquina increíble, con múltiples aristas y partes, que cual engranaje casi perfecto funcionan para que podamos vivir. Detrás de cada acción que puede parecer de lo más simple, como respirar, pensar o levantar una mano, hay un sinfín de condicionantes detrás. De hecho, no es nada fácil el estudio del mismo, porque hay algunas cosas que siguen siendo excesivamente abstractas y tras años y años de investigación no se terminan de conocer. Uno de ellos es la mente, que viene del cerebro, pero están estrechamente relacionadas, ya que aunque pueda parecer lo mismo, no lo son ni mucho menos.
De hecho, aunque el cerebro y mente están estrechamente relacionados, desempeñan funciones diferentes. Ya que el cerebro es un órgano tangible que se puede ver, tocar y examinar; pero en cambio la mente no se puede ver ni tocar. Y son las neuronas que están en nuestro cerebro las que nos ayudan a elaborar juicios, a razonar, y dar forma a nuestros sentimientos para comprender la realidad, es decir, forman lo que conocemos como mente. Por lo tanto, los pensamientos los concebimos en nuestra mente, pero con la ayuda del cerebro es que ocurre el trabajo o proceso a nivel físico.
El cerebro
Vamos primero a centrarnos en el cerebro, que es el órgano más complejo que tenemos los humanos. Está formado por más 85.000 millones de neuronas interconectadas entre ellas de formas muy complejas. Pero esa complejidad es la que nos hace seres conscientes e inteligentes. Nuestro cerebro está compuesto por tres partes principales, el cerebelo, el tronco y el encéfalo. Además, está dividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Cada uno de estos hemisferios cuenta con un lóbulo frontal, temporal, parietal y occipital.
Lo que se conoce como “materia gris”, se denomina corteza cerebral, y es la parte externa del cerebro que hace posible ejecutar funciones propias del pensamiento. Mientras que el cerebelo permite que realicemos movimientos, sin importar cuán difíciles o complejos puedan ser, y que lo hagamos sin necesidad de pensar.
La mente
Por otro lado, la mente es una colección de procesos cerebrales, como las percepciones, las emociones o la memoria, que se influyen mutuamente, constituyendo un sistema funciona. Y estos procesos confluyen y se relacionan entre sí, por eso los fallos en la memoria pueden originar dificultades en el lenguaje y, si recordamos a un ser querido que falleció nos emocionamos. Las emociones y la memoria se influyen mutuamente.
Y es que ambos, cerebro y mente, interaccionan continuamente. Sin embargo, a estas altura lo conocemos mejor a él que a ella, ya que al ser tangible es mucho más sencillo de estudiar, mientras que la mente depende más de cada persona, lo que dificulta su estudio, pese a que se puedan tener trazos generales de las mismas a la hora de llevar a cabo pruebas y experimentos.
Pero aún así está claro que no conocemos la totalidad de la mente, un sistema creado por el cerebro que nos capacita para realizar acciones automáticas, pero que nos permite también ser conscientes de nuestra existencia. Pero además es lo que hace que los estímulos nerviosos se transforman en información o que nazcan nuestras ganas de sentir placer o explique el como creamos recuerdos. En general, lo que pasa por nuestra cabeza depende de la mente y viene influenciado por nuestro cerebro.