¿Cuál es el efecto de la cúrcuma en hígado y riñones?

La cúrcuma, y específicamente su compuesto activo la curcumina, tiene el potencial de ofrecer beneficios para la salud... ¡Pero cuidado!

La cúrcuma, conocida científicamente como Curcuma longa, es una planta herbácea de la familia de las zingiberáceas cuyo uso se remonta a miles de años en la medicina tradicional india y china. Reconocida por su característico color amarillo y su uso como especia en la cocina, ha cobrado popularidad en el mundo occidental por sus potenciales beneficios para la salud, atribuidos principalmente a su compuesto activo más estudiado: la curcumina. Sin embargo, en medio de la creciente tendencia hacia los suplementos naturales, surge una pregunta crucial. ¿Cuál es el efecto de la cúrcuma en el hígado y los riñones? ¿Tiene efectos negativos? ¿Puede llegar a ser peligrosa?

Beneficios de la cúrcuma

La cúrcuma ha sido elogiada por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y hepatoprotectoras. La curcumina, que representa aproximadamente el 2-8% del peso total de la planta, es responsable de la mayoría de sus efectos medicinales. Diversos estudios han mostrado que la curcumina puede neutralizar los radicales libres, reducir la inflamación y mejorar la respuesta inmune del cuerpo. Estas propiedades hacen que la cúrcuma sea una opción atractiva para quienes buscan mejorar su salud hepática y renal.

¿Cuáles son los efectos de la cúrcuma en el hígado?

El hígado, el principal órgano de desintoxicación del cuerpo, puede beneficiarse significativamente de la cúrcuma. Estudios han demostrado que la curcumina puede proteger el hígado contra el daño causado por toxinas, alcohol y enfermedades hepáticas crónicas como la hepatitis. En modelos animales, la curcumina ha mostrado prevenir la fibrosis hepática y mejorar la regeneración del tejido hepático.

Por ejemplo, un estudio recogido en Liver International investigó el efecto de la curcumina en pacientes con enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA). Los resultados mostraron que la suplementación con curcumina durante ocho semanas mejoró significativamente los niveles de enzimas hepáticas y redujo la inflamación en estos pacientes. Asimismo, otro estudio en Journal of Medicinal Food reveló que la curcumina redujo los niveles de estrés oxidativo y mejoró la función hepática en pacientes con cirrosis hepática.

¿Cuál es el efecto de la cúrcuma en hígado y riñones?

Diversas cúrcumas en polvo | Pexels

Sin embargo, es importante señalar que el consumo excesivo de cúrcuma o suplementos de curcumina puede tener efectos adversos. Altas dosis pueden provocar irritación gástrica, y hay reportes aislados de daño hepático en personas que consumieron suplementos de curcumina en exceso. Por lo tanto, es crucial seguir las dosis recomendadas y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación.

¿Cuáles son los efectos de la cúrcuma en los riñones?

El impacto de la cúrcuma en la salud renal ha sido menos estudiado en comparación con sus efectos hepáticos. Sin embargo, los resultados disponibles son prometedores. Los riñones, responsables de filtrar desechos y equilibrar líquidos y electrolitos, también pueden beneficiarse de las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de la curcumina.

Un estudio en Kidney International exploró el efecto de la curcumina en la nefropatía diabética, una complicación común de la diabetes que afecta los riñones. Los resultados indicaron que la curcumina redujo significativamente la proteinuria (presencia anormal de proteínas en la orina), un marcador de daño renal, y mejoró la función renal en ratones diabéticos.

Otro estudio en Phytotherapy Research mostró que la curcumina tiene un efecto protector contra la nefrotoxicidad inducida por medicamentos, como los antibióticos aminoglucósidos y el cisplatino, un fármaco utilizado en la quimioterapia. La curcumina logró reducir el daño oxidativo y la inflamación en el tejido renal de los animales de estudio.

A pesar de estos hallazgos positivos, es fundamental tener en cuenta que la cúrcuma y la curcumina pueden interactuar con ciertos medicamentos que se metabolizan en el hígado y los riñones, como los anticoagulantes y algunos medicamentos para la presión arterial. Estas interacciones pueden alterar la efectividad de los medicamentos y aumentar el riesgo de efectos secundarios.

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