Conservas: lo que dice la ciencia sobre comer mejillones en lata

Las conservas, como los mejillones en lata, son un vicio para muchas personas. Pero ¿es son recomendables? ¿Qué dice la ciencia sobre ellas?

Las conservas forman una parte esencial de la despensa en muchas casas, especialmente por su conveniencia y larga duración. Entre ellas, los mejillones en lata son uno de los aperitivos preferidos en España. Conocidos por su facilidad de preparación y su delicioso sabor, muchos abusamos de los mejillones para ir abriendo el apetito. Pero ¿son buenos? ¿Deberíamos preocuparnos por comer más de la cuenta? La ciencia lo tiene claro.

Beneficios de comer mejillones en lata

Los mejillones en lata son conservas reconocidas por su alto contenido en proteínas. Desde luego, se postulan como una fuente significativa de varios micronutrientes importantes. Según estudios de Harvard y otras instituciones de prestigio, los mejillones aportan hierro, selenio, yodo y vitaminas como la B12, esenciales para diversas funciones corporales. Sin embargo, es importante considerar que la versión en escabeche puede tener un contenido ligeramente reducido de algunos nutrientes en comparación con los mejillones frescos. Además de un aumento en las calorías, claro.

Aunque los mejillones en lata no son tan ricos en omega-3 como otros pescados grasos, sí ofrecen una cantidad notable de este ácido graso vital para la salud cardiovascular. Además, el zinc y la vitamina B12 presentes en estas conservas son cruciales para el sistema inmunitario y para mantener sanos los nervios y los glóbulos rojos.

¿Tienen riesgos estas conservas?

Mejillones en lata - Conservas

Unos mejillones en lata esperando al consumidor

Uno de los principales aspectos a considerar al consumir mejillones en lata es su alto contenido de sodio, que puede contribuir al aumento de la presión arterial. La moderación es clave, como siempre. Y es recomendable alternar el consumo de conservas con alimentos frescos para mantener una dieta equilibrada.

Por otro lado, la producción de conservas lleva consigo consideraciones ambientales, desde la pesca de los mejillones hasta su procesamiento y envasado. Es vital apoyar a las empresas que siguen prácticas sostenibles y que minimizan el impacto ambiental en sus procesos.

En resumidas cuentas, consumir mejillones en lata puede ser una opción nutritiva y conveniente para muchos. Siempre y cuando se tenga en cuenta el contenido de sodio y se consuman dentro de una dieta balanceada. Optar por productos de empresas responsables puede además ayudar a promover prácticas sostenibles en la industria. Como suele ser habitual, no es oro todo lo que reluce. Estas conservas son maravillosas, sí. Las adoramos y nos encanta. Pero siempre hay una “cara B” en el disfrute personal. Y conocer esa “cara B” es un ejercicio sano y responsable.

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