Con el verano y las altas temperaturas apetece mucho el tomar bebidas fresquitas, y muchas veces se peca de opciones muy poco saludables, por eso es vital saber elegir, y una de las mejores posibilidades es el té, que ya no solo tiene muy buen sabor, si no que también aporta multitud de beneficios. Pero es vital saber cuál consumir y como hacerlo. Por eso aquí vamos a aprender algunas formas de hacer té helado, perfecto para los calores veraniegos.
Diferentes tipos de té
Se pueden hacer muchas recetas de té helado, pero antes de ponerse a ello, hay que saber diferentes cosas sobre esta bebida, y su diferentes variantes, Por ejemplo, que el té negro tiene la mayor cantidad de cafeína, el sabor más fuerte y el color más oscuro. Mientras que el té verde tiene cafeína, sabor y color medios y el blanco tiene la menor cantidad de cafeína, el sabor más suave y el color más claro. Sin olvidar que que el té de hierbas no contiene cafeína y técnicamente no es “té”, es una “tisana”.
A la hora de manejarlo, es buena opción comprar té de hojas sueltas o hierbas secas de calidad para obtener el mejor sabor y perfil de nutrientes. Debido a que las bolsitas de té convencionales suelen contener el “polvo” de las hojas sueltas, así que es preferible buscar las auténticas. Lo suyo es poder ver literalmente las hojitas desplegándose y arremolinándose en el agua caliente al prepararlo.
Como prepararlo
La proporción general de agua y té es de aproximadamente 1 cucharada de té de hojas sueltas por cada 20o mililitros de agua caliente, aunque puedes usar un poco menos para el té negro y un poco más para el té blanco, o experimentar a tu gusto. Si se preparara una jarra de entorno a un litro, entonces harían falta unas 4 cucharadas de hojas de té o hierbas.
Las recetas que aparecen a continuación están pensadas para ser compartidas y para un litro de agua/té. Para prepararlo cómodamente, se puede hervir el agua en una olla, retirarla del fuego un minuto y añadir el té, mezclándolo y dejándolo reposar varios minutos antes de colarlo. Teniendo en cuenta esta proporción básica, estas son algunas de las diferentes recetas.
Melocotón blanco
Para obtener un ligero sabor veraniego, se puede combinar el té blanco de peonía o de aguja de plata con una cucharadita de miel mientras aún se está enfriando, y tras refrigerarlo añadirle una taza de melocotón fresco triturado sin piel, varias ramitas de menta fresca y hielo.
Negro de fresa
Para un sabor robusto pero jugoso se combina té negro con un poco de edulcorante, y tras refrigerarlo se añaden fresas cortadas en rodajas y ligeramente machacadas, y hielo.
Hibisco y arándanos
Si lo que se busca es el sabor afrutado sin nada de cafeína, se combina la tisana de hibisco con miel, se refrigera y luego se le añade puré de arándanos, rodajas de limón fresco y hielo.
Verbena verde
Para un sabor fresco y terroso, combina té verde frío con hojas de hierba luisa, unas rodajas de jengibre fresco y hielo.
Manzanilla lavanda
Para un sorbo relajante por la noche, se combinan una infusión de manzanilla seca y lavanda en infusión con un edulcorante suave, se refrigera y se añade hielo.
Negro y cítrico
Para un sabor tradicional con un toque especial hay que combinar té negro con una cucharadita de miel, refrigerarlo y luego añadir un chorrito de naranja, unas rodajas de limón y un poco de ralladura de naranja si no te importa que tenga un poco de pulpa. Si es un día soleado y tienes tiempo, deja enfriar la jarra en un lugar soleado junto a la ventana durante varias horas antes de añadir hielo,
Verde sandía
Para una mezcla inusual pero deliciosa se combina una infusión de té verde con una taza y media de zumo de sandía recién exprimido, unas ramitas de romero y hielo.