El ‘gaslighting médico‘ es un fenómeno en el que los profesionales de la salud minimizan, invalidan o ignoran las preocupaciones de un paciente. Le hacen dudar de su propia percepción de los síntomas. Este tipo de manipulación puede ser involuntaria y está impulsada por prejuicios inconscientes. Sin embargo, puede tener graves consecuencias como retrasos en el diagnóstico, empeoramiento de la condición y efectos psicológicos.
¿Qué es el ‘gaslighting médico’?
El término ‘gaslighting‘ proviene de la obra de teatro Gaslight (Luz de gas), en la que un esposo manipulaba a su esposa para que dudara de su cordura. Aplicado al contexto médico, describe cuando un médico descarta los síntomas de un paciente sin realizar una evaluación adecuada. Este problema es especialmente común en mujeres, personas de color y pacientes con enfermedades crónicas o complejas, quienes son más propensos a sufrir este tipo de trato. Según estudios recientes, las mujeres son más propensas a que sus síntomas sean atribuidos a causas psicológicas, lo que retrasa diagnósticos importantes.
Señales de gaslighting médico
Reconocer cuándo se está siendo víctima de ‘gaslighting médico’ es fundamental para proteger la salud. Algunas señales típicas incluyen:
- Minimización de los síntomas: El médico asegura que los síntomas no son graves o los atribuye al estrés o la ansiedad, sin una investigación adecuada.
- Falta de escucha: El profesional interrumpe constantemente o no permite que el paciente explique completamente sus síntomas.
- Comentarios despectivos: Si el médico sugiere que lo que sientes “está en tu cabeza” o que “es normal a tu edad”, puede ser una señal de ‘gaslighting médico’.
- Demora en diagnósticos: El médico se niega a profundizar en las causas de tus síntomas, lo que retrasa un diagnóstico preciso.
El ‘gaslighting médico’ puede tener consecuencias devastadoras. Los pacientes que no son tomados en serio pueden sufrir diagnósticos tardíos o incorrectos. Eso, a su vez, empeora su salud. Además, el desgaste emocional puede generar ansiedad, depresión e incluso evitar que los pacientes busquen atención médica en el futuro por miedo a no ser escuchados.
Cómo defenderse ante el ‘gaslighting médico’
El ‘gaslighting médico’ puede tener raíces en sesgos inconscientes de los profesionales de la salud. Investigaciones han demostrado que las mujeres y las personas de color reciben tratamientos menos agresivos o que sus síntomas se atribuyen a causas emocionales con mayor frecuencia que en los hombres blancos. La falta de formación en temas específicos de género o etnicidad, así como la sobrecarga de trabajo de los profesionales de la salud, contribuyen a este fenómeno.
Si crees que estás siendo víctima de ‘gaslighting médico’, hay varias estrategias que puedes seguir para asegurarte de recibir la atención adecuada:
- Confía en tus instintos: Si sientes que no te están tomando en serio, busca una segunda opinión. No dudes en cambiar de médico si no te sientes escuchado o comprendido.
- Lleva un registro detallado: Apunta tus síntomas, la duración y cómo te afectan. Llevar un diario te dará evidencia concreta para discutir con el médico.
- Acompañamiento en las consultas: Llevar a un familiar o amigo puede ser útil para reforzar tus preocupaciones y asegurarte de que no se omitan detalles importantes.
- Solicita pruebas adicionales: No temas pedir exámenes adicionales o un especialista si sientes que tu médico no está evaluando todas las opciones.
- Házselo saber a tu médico: Algunos profesionales pueden no estar al tanto de cómo el ‘gaslighting médico’ afecta a sus pacientes. Señalar el problema de forma constructiva puede abrir un diálogo sobre cómo mejorar la atención.