Los padrastros en la uña son pequeños desgarros o rasgaduras en la piel que rodea la base de la uña (la cutícula). Se trata de pequeñas afecciones muy comunes pero que deben curarse bien para evitar una infección.
En la mayoría de los casos estas heridas suelen ser dolorosas, y dificultan ciertas tareas para las que se necesiten usar los dedos de las manos. En muchas ocasiones, estos surgen tras un corte o desgarro accidental de la cutícula, aunque también pueden surgir por deshidratación de la piel, infecciones bacterianas o fúngicas o incluso factores hormonales y de salud.
¿Qué es entonces un padrastro?
Un padrastro en la uña es una pequeña herida o rasguño en la piel que rodea la base de la uña, generalmente causada por un corte o desgarro de la cutícula.
Aunque no suele ser grave, puede ser doloroso y, si no se cuida adecuadamente, puede infectarse. Te ofrecemos una guía paso a paso para tratar un padrastro en la uña.
Limpieza de la zona
Lava bien la zona con agua tibia y jabón suave para eliminar cualquier suciedad o bacteria. Asegúrate de que la herida esté limpia antes de tratarla.
Es de vital importancia desinfectar la zona. Aplica un antiséptico como yodo povidona o alcohol sobre la herida para evitar infecciones. Evita usar alcohol o productos demasiado agresivos si la herida es reciente, ya que pueden irritar la piel.
Corte o eliminación del padrastro (si es necesario)
Si el padrastro es lo suficientemente grande o está despegado, puedes cortarlo cuidadosamente con unas tijeras o cortaúñas desinfectadas. No lo arranques con los dedos ni lo dejes colgando, ya que eso podría empeorar la herida o causar una infección.
Si el padrastro está pegado a la piel, lo mejor es no forzar su eliminación. En lugar de eso, hidrátalo bien para que se afloje con el tiempo.
Aplicar crema antibiótica
Después de cortar o limpiar el padrastro, aplica una crema antibiótica como neomicina o bacitracina para prevenir infecciones. Esto ayudará a reducir el riesgo de que se infecte y acelerará el proceso de cicatrización.
Cubrir con una tirita (opcional)
Si el padrastro está sangrando o es doloroso, puedes cubrirlo con una tira adhesiva o un vendaje pequeño para protegerlo de roces y suciedad mientras cicatriza. Cambia el vendaje regularmente, especialmente si se moja o se ensucia.
Evitar la manipulación
Trata de no tocar ni rascarte la zona mientras cicatriza. Manipular el padrastro o rascarse puede causar más daño o infecciones.
Si es necesario, utiliza guantes o un apósito para proteger la zona durante el día.
Mantener la zona hidratada
Una vez que la herida empiece a cicatrizar, puedes usar crema hidratante o aceite de coco o aloe vera para mantener la piel suave y evitar que se seque o agriete.
Vigilar signos de infección
Presta atención a los siguientes signos de infección:
- Enrojecimiento, hinchazón o calor en la zona.
- Secreción de pus o fluido.
- Aumento del dolor. Si notas alguno de estos síntomas, es importante que consultes con un médico para recibir tratamiento adecuado, como antibióticos orales.
Evitar el contacto con agua caliente o productos irritantes
Evita sumergir la herida en agua caliente durante largos períodos, especialmente en piscinas o baños de agua pública, ya que esto puede aumentar el riesgo de infección.
También es recomendable no usar productos fuertes (como detergentes o limpiadores abrasivos) cerca de la herida.
Cicatrización
Generalmente, los padrastros se curan en unos pocos días o una semana. Si la herida es pequeña, debería mejorar rápidamente con cuidados adecuados.
Siguiendo estos pasos, la mayoría de los padrastros se curan sin mayores problemas. Sin embargo, si la herida no mejora o se presenta una infección, es recomendable acudir al médico para una evaluación.