Cómo combatir las cefaleas tensionales

La cefalea tensional es un dolor de cabeza generalizado que puede manifestarse en el área del cráneo, el cuello o el cuero cabelludo, como una banda

Las cefaleas tensionales son una de las afecciones más comunes y debilitantes que afectan a personas de todas las edades, especialmente a adolescentes y adultos entre los 30 y 50 años.

“Aunque en su grandísima mayoría son primarias (un 80% de los casos en España), es decir, que no van asociadas a ninguna otra patología subyacente”, explica la Dra. Lucía Vidorreta, especialista en Neurología y coordinadora de la Unidad de Cefaleas del Hospital Quirónsalud San José, “pueden también estar provocadas por el estrés emocional y físico y, desde luego, estas cefaleas pueden interferir significativamente en la calidad de vida”.

Las cefaleas frecuentes —y el temor constante del siguiente episodio— pueden llegar a dañar la vida familiar, social y laboral de una persona, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es muy importante buscar un diagnóstico adecuado para abordar esta condición y evitar complicaciones.

Qué es la cefalea tensional y qué la causa

La cefalea tensional es un dolor de cabeza generalizado que puede manifestarse en el área del cráneo, el cuello o el cuero cabelludo, como una banda. “Es la más frecuente de todas las cefaleas primarias y puede estar relacionada con el estrés o con problemas osteomusculares cervicales”, subraya la especialista.

Hay que destacar que se trata de un tipo de cefalea que tiende a aparecer durante la adolescencia y que, según los datos que nos proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta más a mujeres que a hombres con una proporción de 3:2.

“La podemos catalogar como crónica cuando aparece más de 15 días al mes durante varios meses (esto afecta a entre un 1-3% de la población) y como episódica cuando dura unas pocas horas, aunque puede prolongarse varios días (aproximadamente le sucede a un 70% de la población)”, explica la Dra. Vidorreta.

La doctora Vidorreta

Cómo diagnosticarla

El diagnóstico de las cefaleas tensionales comienza con una evaluación clínica exhaustiva. Hay que identificar la causa subyacente para ofrecer un tratamiento adecuado y “para ello”, subraya la Dra. Vidorreta, “es fundamental acudir a una Unidad específica de cefaleas como la que tenemos en el Hospital Quirónsalud San José, donde se dispone de los conocimientos y medios idóneos para su manejo. En ocasiones una cefalea crónica es una cefalea que ha sido mal tratada o mal diagnosticada”.

Las pruebas iniciales incluyen análisis de sangre para evaluar la salud general del paciente.

En casos más complejos, pueden requerirse estudios de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o escáneres cerebrales, para descartar afecciones graves como tumores. “Este enfoque integral permite establecer un plan de tratamiento personalizado”.

Tratamientos medicinales y naturales

“Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento puede incluir medicamentos para aliviar los síntomas durante los episodios de dolor”, explica la Dra. Vidorreta. Los analgésicos y derivados son opciones comunes para el alivio rápido. Es esencial acompañar estos tratamientos con terapias preventivas para evitar futuras crisis. Entre estas se encuentran los ansiolíticos y relajantes musculares.

“Además de los medicamentos”, apunta, “existen tratamientos alternativos y naturales que han demostrado ser efectivos, como”:

  • Acupuntura: para aliviar la tensión muscular.
  • Terapia cognitivo-conductual: ayuda a los pacientes a gestionar sus emociones y reducir el estrés.
  • Bloqueos anestésicos: se puede llegar a infiltrar anestesia local en los puntos dolorosos/gatillo para así aliviar la tensión mantenida.

Los remedios caseros también pueden ser útiles durante un episodio. La aplicación de compresas frías en la frente, el uso de aceites esenciales y la ingesta de infusiones como la manzanilla pueden proporcionar alivio. Incorporar alimentos antiinflamatorios, como el jengibre, en la dieta, también puede ser beneficioso.

Cómo prevenir las cefaleas

La prevención de las cefaleas tensionales es clave para reducir su impacto en la vida diaria. Adoptar ciertas rutinas y hábitos puede marcar una gran diferencia. “Establecer horarios regulares, llevar una alimentación equilibrada y practicar ejercicio de bajo impacto son estrategias efectivas”, apunta la especialista.

También se recomienda evitar alimentos que puedan desencadenar las cefaleas, como el queso, el chocolate y las bebidas estimulantes. Las técnicas de relajación, como el yoga y el pilates, pueden ayudar a reducir el estrés y prevenir futuros episodios. Finalmente, mantener un buen manejo del tiempo y aprender a gestionar las emociones son herramientas esenciales para quienes sufren de esta afección.

En conclusión, las cefaleas tensionales pueden ser debilitantes, pero con un diagnóstico adecuado y la implementación de estrategias de tratamiento y prevención, es posible mejorar significativamente la calidad de vida.

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