Cómo actuar frente a una parada cardiorrespiratoria

Aprender y practicar la RCP puede salvar vidas, especialmente en contextos fuera de hospitales

En una situación crítica donde una persona sufre una parada cardiorrespiratoria, la rapidez y la precisión de la respuesta pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Conocer cómo actuar en estos momentos vitales es esencial para cualquier ciudadano. Pero ¿qué es una parada cardiorrespiratoria? ¿Cómo se podría identificar pronto y cómo se debe actuar?

Para este tipo de casos es importante saber cómo hacer una reanimación cardiopulmonar, también conocida como RCP. Este es un procedimiento de emergencia para salvar vidas, por lo que es de vital importancia saberlo hacer de manera correcta.

¿Qué es una parada cardiorrespiratoria?

Una parada cardiorrespiratoria es una condición de emergencia caracterizada por la interrupción súbita e inesperada de la actividad mecánica del corazón y de la respiración espontánea. Esta situación provoca que el corazón deje de bombear sangre, deteniendo el flujo sanguíneo hacia los órganos, incluido el cerebro, que es particularmente sensible a la falta de oxígeno. Si no se restablece el flujo sanguíneo rápidamente, la persona puede sufrir daños en el cerebro a partir de los 3 minutos, siendo “irreversibles a partir de los 8-10 minutos”, según explica Marta Galán, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Córdoba.

Marta Galán, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Córdoba

Las causas más comunes de una parada cardiorrespiratoria incluyen “accidentes cerebrovasculares, infartos agudos de miocardio, arritmias, enfermedades cardíacas congénitas, tromboembolismo pulmonar, taponamiento cardiaco, hipotermia, ahogamientos y severos episodios de asma”, entre otros. Es importante saber que la rápida identificación y el tratamiento inmediato pueden prevenir daños graves e incluso la muerte.

¿Cómo saber si una persona está teniendo un paro cardiorrespiratorio?

Reconocer una parada cardiorrespiratoria rápidamente es crucial para una intervención eficaz, según apunta la especialista. Los síntomas más evidentes incluyen la “pérdida de conciencia y la ausencia de pulso”. Otros signos son la “cianosis (coloración azulada de la piel debido a la falta de oxígeno), la apnea (ausencia de respiración) o respiración agónica y la midriasis (dilatación de las pupilas)”.

Previo a la parada cardíaca, según señala la directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Córdoba, algunos síntomas de advertencia pueden ser “la fatiga, dificultad para respirar, mareos, palpitaciones cardíacas y dolor torácico”. Sin embargo, en muchos casos, la parada cardiorrespiratoria ocurre sin aviso previo, por lo que la observación de los signos mencionados es fundamental para una respuesta rápida.

¿Cuánto tiempo puede estar una persona en parada cardiorrespiratoria?

El tiempo es un factor crítico en la parada cardiorrespiratoria. El cerebro y otros órganos comienzan a sufrir daños si no reciben oxígeno dentro de los 3-4 minutos posteriores a la parada. Estos daños se vuelven irreversibles a partir de los 8-10 minutos de que el cerebro no reciba oxígeno. “Las posibilidades de supervivencia disminuyen entre un 10-12% por cada minuto que pasa sin reanimación”, explica Marta Galán. Por lo tanto, es esencial iniciar la RCP lo más rápido posible para mantener el flujo sanguíneo y proporcionar oxígeno hasta que se disponga de un desfibrilador o lleguen los servicios de emergencia.

¿Cómo se realiza la reanimación cardiopulmonar o RCP?

La RCP es una técnica que combina compresiones torácicas y ventilaciones de rescate para restaurar la circulación sanguínea y la respiración en una persona en paro cardiorrespiratorio. Así narra Marta Galán los pasos a seguir:

  1. Verificar el estado de la persona: comprobar si la persona está consciente y respira. Si no responde y no respira o respira anormalmente, pide ayuda llamando al 112 y busca un desfibrilador externo automático (DEA).
  2. Iniciar compresiones torácicas: colocar a la persona boca arriba sobre una superficie firme. La persona haciendo la maniobra debe de colocarse de rodillas junto al torso de la víctima, y deberá colocar el hueso de una mano en el centro del pecho (sobre el esternón), y la otra mano encima, entrelazando los dedos. Con los brazos rectos, se comprime el pecho a una profundidad de al menos 5 cm en adultos, aproximadamente 4 cm en niños, y 1.5 cm en lactantes, a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto.
  3. Realizar ventilaciones de rescate: después de 30 compresiones, se deben abrir las vías respiratorias inclinando la cabeza hacia atrás y levantando el mentón. Cierra las fosas nasales con los dedos, cubre la boca de la persona con la tuya y sopla hasta que el pecho se eleve visiblemente. Esta acción se repetirá dos veces.
  4. Continuar con el ciclo de 30:2: alternar 30 compresiones con 2 ventilaciones de rescate hasta que llegue ayuda profesional o la persona muestre signos de recuperación. Si solamente hay una persona y no puede realizar las ventilaciones, las compresiones torácicas son la prioridad.
  5. Uso del desfibrilador (DEA): el DEA debe ser encendido en cuanto esté disponible. Las palas adhesivas se colocarán en el pecho de la persona según las indicaciones y para que el DEA analice el ritmo cardíaco. Si el dispositivo recomienda una descarga, es necesario que nadie toque a la persona y se presione el botón de choque. Después de esto el DEA deberá indicar que es seguro detener la RCP o hasta que llegue la ayuda médica.

La rápida identificación y respuesta a una parada cardiorrespiratoria son esenciales para aumentar las probabilidades de supervivencia. Aprender y practicar la RCP puede salvar vidas, especialmente en contextos fuera de hospitales.