Las cefaleas, caracterizadas por dolores de cabeza recurrentes, son uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Además, según los datos de 2023 de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se estima que aproximadamente el 46% de la población adulta en España había sufrido de cefalea en el último año. Las migrañas, un tipo específico de cefalea, afectan a alrededor del 12-13% de la población.
De acuerdo con la web científica Elsevier la incidencia acumulada del dolor de cabeza durante la infancia oscila entre un 31-79% para las cefaleas y 4-14% para las migrañas. Esto puede llegar a producir una pérdida media de 7,8 días por curso escolar en niños de entre 5 y 15 años.
La cefalea infantil es una afección común que puede afectar significativamente la calidad de vida de los niños y adolescentes. De acuerdo con la doctora Esperanza Sánchez, neuropediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, “la prevalencia de cefaleas en niños varía considerablemente con la edad, el género y otros factores”. Según datos disponibles de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP), se estima que aproximadamente el 60% de los niños y adolescentes en España podrían experimentar algún tipo de cefalea antes de los 15 años. Entender sus causas, síntomas y tratamientos es crucial para proporcionar el apoyo adecuado a los pequeños que la padecen.
¿Qué es la cefalea infantil?
La cefalea infantil se refiere al dolor de cabeza que afecta a los niños y adolescentes. Este dolor puede variar en intensidad y frecuencia, y puede clasificarse en diferentes tipos, siendo las cefaleas tensionales y las migrañas las más comunes. Las cefaleas tensionales suelen provocar un dolor leve a moderado, descrito como una sensación de presión alrededor de la cabeza, mientras que las migrañas son dolores intensos que pueden ir acompañados de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido.
Causas de la cefalea en niños: ¿a qué puede deberse?
Las causas de las cefaleas en niños son variadas y pueden incluir factores ambientales, de estilo de vida y biológicos. “Hay indicios de que los dolores de cabeza, incluyendo las cefaleas y las migrañas, han aumentado en prevalencia entre los niños en las últimas décadas”, explica la doctora Sánchez. Algunas de las causas más comunes son:
- Uso de pantallas y dispositivos electrónicos: el tiempo prolongado frente a pantallas puede provocar tensión ocular y estrés, lo que a su vez puede desencadenar dolores de cabeza.
- Estilo de vida sedentario: la falta de actividad física regular y el aumento del sedentarismo se han relacionado con una mayor prevalencia de cefaleas.
- Estrés y ansiedad: las presiones escolares y sociales pueden contribuir al estrés, desencadenando dolores de cabeza.
- Cambios en los patrones de sueño: la calidad y cantidad del sueño pueden influir significativamente en la aparición de cefaleas.
- Alimentación y dieta: el consumo de ciertos alimentos, como aquellos ricos en azúcares y procesados, puede jugar un papel en la frecuencia de los dolores de cabeza.
¿Cuánto dura la cefalea tensional en niños?
La duración de las cefaleas tensionales en niños puede variar. En general, estos episodios pueden durar desde 30 minutos hasta varios días. Las cefaleas tensionales suelen ser episódicas y pueden ocurrir varias veces al mes. Sin embargo, en algunos casos, pueden volverse crónicas, con dolores de cabeza presentes la mayoría de los días.
Tratamientos para la cefalea infantil
El tratamiento de las cefaleas en niños depende de la causa subyacente y la gravedad del dolor. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Medicamentos: para los casos de cefaleas moderadas a severas, los médicos pueden recetar analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol. En casos de migrañas, pueden considerarse medicamentos específicos como los triptanes.
- Cambios en el estilo de vida: fomentar la actividad física regular, garantizar un sueño adecuado y reducir el tiempo frente a pantallas puede ayudar a prevenir la aparición de cefaleas.
- Técnicas de relajación: practicar la relajación y la gestión del estrés, como la meditación, el yoga o la terapia cognitivo-conductual, puede ser beneficioso.
- Dieta equilibrada: mantener una dieta saludable y evitar alimentos que puedan desencadenar cefaleas, como los alimentos procesados y aquellos ricos en cafeína, puede ser útil.
- Hidratación: asegurarse de que los niños beban suficiente agua durante el día para prevenir la deshidratación, que puede causar dolores de cabeza.
- Tratamiento médico especializado: en casos persistentes o severos, consultar a un neurólogo pediátrico o a un especialista en cefaleas puede ser necesario para un manejo adecuado.
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de las cefaleas en niños son esenciales para mejorar su calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo. Los padres y cuidadores deben estar atentos a los síntomas de alerta y buscar atención médica cuando sea necesario para garantizar el bienestar de los pequeños.